Émilie du Châtelet, la brillante mujer que tradujo a Newton y enamoró a Voltaire

Nacida en una familia acomodada, siendo la única mujer de 6 hermanos, recibió una educación muy privilegiada. Pese que para la época los patrones de enseñanza en niños y niñas eran diferentes, su padre era liberal en la educación de sus hijos, por lo que desde pequeña estudió ciencias con sus hermanos.

Émilie no pudo asistir a las mismas escuelas ni universidades por las restricciones sexuales de la época, pero su formación académica en ningún momento se estancó puesto que veía clases particulares con los mejores instructores.

La recuerdan como una niña brillante y con sed de conocimiento. Antes de cumplir los 15 años, ya hablaba inglés, italiano, alemán, griego y latín. Dominaba las matemáticas –siempre fue su rama favorita-, la física y practicaba equitación y esgrima. 

Desarrolló una personalidad muy fuerte y cautivadora, no temía dar su opinión y luchaba por sus derechos como mujer: “Si yo fuera el rey, reformaría un abuso que condena por así decir a la mitad del género humano... Haría participar a las mujeres en todos los derechos de la humanidad y sobre todo en los del intelecto... Estoy persuadida de que muchas mujeres o ignoran sus talentos, por el vicio de su educación, o los esconden por prejuicio y falta de coraje en su espíritu.”

Châtelet se casó antes de los 20 años con  el marqués du Chastellet-Lomont, quien era 14 años mayor que ella. El matrimonio, que evidentemente fue arreglado –como muchos de la época- , resultó en realidad ser ventajoso para Émilie. Su esposo debía pasar mucho tiempo viajando resolviendo asuntos políticos por lo que ella tenía muchísimo tiempo sola.

Émilie aprovechó enormemente el círculo social de su esposo y creó un grupo social que beneficiara sus intereses. Siempre fue una mujer muy inteligente y le atraían las buenas conversaciones con intelectuales de la época, pero también disfrutaba de los sencillos placeres de la vida como tomar el té con las damas de alta sociedad.

Víctima del sexismo: en la época era común que algunos locales no dejaran entrar mujeres, esto enfurecía enormemente a Châtelet puesto que en estos lugares se reunían los más grandes pensadores de la época a discutir sobre física y filosofía. Más de una vez intentó ingresar pero sus intentos siempre fueron fallidos.

El balance entre intelectuales y amigas casuales, ayudó a Émilie a adaptarse rápidamente a la vida de casada. Tuvo 3 hijos en el matrimonio y era una muy buena madre; buscaba estimular la curiosidad y la inteligencia de sus pequeños.

Su libro “Institutions de Phisique” fue lo que la catapultó a la fama y le dio el reconocimiento que tanto buscaba en el mundo científico. El libro es una traducción de los trabajos de Isaac Newton, con comentarios, teorías y fórmulas personales que modifican muchas de las creencias del físico.

Sorprendentemente, el libro lo escribió para poder tener un material más actualizado y fácil de entender a la hora de enseñarle física a uno de sus hijos. Unió las teorías de Newton con las de Leibniz y explicó sus propios pensamientos, hoy día siguen vigentes y admirados por el mundo científico. 

Émilie estudió cuidadosamente las leyes del movimiento de Newton y las comparó con las de Leibniz. Unió las partes que le resultaban más coherentes de ambas y logró una teoría completamente innovadora.

En un principio, había escrito un ensayo que apoyaba totalmente las leyes newtonianas y pidió a la Academia de Ciencias que no se publicara pues había descubierto algo mejor, como no le hicieron caso, decidió publicar su propio libro (“Institutions de Phisique”).

Su rebeldía dio resultado porque el libro cambió completamente su vida y la forma en la que el mundo percibía sus opiniones.

El matrimonio de Émilie era muy abierto, se conocía que ambas partes mantenían relaciones con otras peronas, en el caso de Émilie, con intelectuales de la época, matemáticos y filósofos, Voltaire fue uno de ellos.

Ya se habían conocido cuando Châtelet era solo una niña, pero la vida decidió reencontrarlos en una situación muy particular: Voltaire huía de una orden de arresto después de haber publicado uno de sus trabajos más polémicos titulado "Cartas", para evitar ser apresado, huyó a París donde Émilie le ofreció estadía en el palacio de su marido en Cirey, allí estuvo varios años y el palacio se convirtió en una cumbre de intelectuales.

Los intereses similares de ambos los volvieron inseparables, se enamoraron perdidamente uno del otro y trabajaban de la mano. Ella fue una gran influencia para su trabajo y se dice que muchos de los trabajos más famosos de Voltaire fueron en realidad redactados y corregidos por Émilie.

¿Qué hicieron con el esposo de Émilie? Pese a su amorío intenso con Voltaire, ella seguía casada. La increíble nobleza de su esposo les permitía vivir su relación en paz en el castillo, él a veces los iba a visitar para evitar crear un escándalo social.

La relación amorosa entre Émilie y Voltarie se desintegró con el tiempo, puesto que este mantenía relaciones afectivas con múltiples mujeres y esto molestaba enormemente a la científica. Pese a que no continuaron siendo pareja, seguían viviendo juntos y trabajando bajo los mismos intereses.


 En 1748, años después de haber terminado su relación con Voltaire, conoció a Jean François de Saint-Lambert un poeta por el que perdió la razón. El joven era apuesto e inteligente, iniciaron una relación que duró tan solo 2 años, ella estaba perdidamente enamorada de él, pero al parecer el no estaba muy interesado en ella.

Cuando se conocieron, Émilie estaba trabajando en la traducción de Philosophiae naturalis principia mathematica de Newton, al poco tiempo se dio cuenta de que estaba embarazada. La noticia fue todo menos una alegría, tenía un terrible presentimiento de que el parto no sería el mejor, por lo que trabajó arduamente durante todo el embarazo para terminarlo.

Firmó el libro el mismísimo día del parto, Émilie sobrevivió al nacimiento con 42 años, pero su cuerpo no aguantó la recuperación y murió de una embolia pulmonar. La bebé murió poco tiempo despúes.

A pesar de sus grandes logros y que se ganó el reconocimiento del mundo científico, Émilie pasó gran parte de su vida frustrada por no tener las mismas oportunidades de estudio que los hombres. Esto la convierte en una de las primeras feministas de la historia y una de las mujeres con más influencia en el mundo de la ciencia y en la era de la Ilustración Francesa.

Por Mary Villarroel Sneshko | @Vivodesorpresas | Culturizando
Con información de ElPais | InmaculadaPerdomo | AgnesScott