Nahui Ollin, la erótica artista mexicana que fue olvidada por todos
Nahui Ollin, la erótica artista mexicana que fue olvidada por todos
Una actitud irreverente, un talento único para el arte y una belleza cautivadora, fueron solo algunas de las caracteristicas de una pintora que inició el movimiento feminista en México, incluso antes que Frida Kahlo, pero que al parecer, pocos parecen recordarla. Aquí te contamos su historia.
Una actitud irreverente, un talento único para el arte y una belleza cautivadora, fueron solo algunas de las caracteristicas de una pintora que inició el movimiento feminista en México, incluso antes que Frida Kahlo, pero que al parecer, pocos parecen recordarla. Aquí te contamos su historia.
¿Quién fue Nahui Ollin?
María del Carmen Mondragón Valseca, (1893-1978), mejor conocida como "Nahui Ollín" fue una pintora y poetisa mexicana conocida por su particular forma de ver el mundo. Nació en el seno de una familia con una muy buena posición económica -su padre era militar- y una educación privilegiada.
Vivió en París por 8 años y aprendió a pintar, cantar, tocar piano y danza clásica. Era una mujer apasionada por las artes y de un carácter fuera de lo común, su pensamiento se guiaba por la corriente feminista, específicamente los trabajos de la autora Mary Wollstonecraft, lo que no era común en su época.
Cuando volvió a Mexico, se casó con Manuel Rodriguez Lozano, un pintor mexicano muy reconocido por sus ideas innovadoras y por formar parte del grupo "Los contemporáneos", una sociedad de artistas e intelectuales que buscaban modernizar la cultura mexicana. Él la incluyó en el mundo del arte y se convirtió rápidamente en una de las musas principales de muchos pintores -como Diego Rivera- y poetas.
Pese a que se separaron, con él tuvo un hijo que murió a muy temprana edad, algunas versiones aseguran que falleció asfixiado. Al poco tiempo descubrió que su esposo era en realidad homosexual, pero esta no fue la razón por la que su matrimonio terminó. Fue por una llegada inesperada, aparece Dr. Alt.
Era una mujer inteligente y seductora, le gustaba rodearse de intelectuales que la estimularan y exploraran sus límites. Posó para el lente de múltiples fotógrafos y pintores.Resultaba ser una modelo excelente porque estaba muy contenta con su cuerpo y su sexualidad.
El hombre que cambió todo: Dr. Atl y el amor a primera vista
Nahui conoció al Dr. Alt en una de sus exposiciones, él tenía 47 y ella 29 en el momento del primer encuentro. La atracción fue inmediata, una conexión imposible de disimular la impulsó a dejar a su esposo y a mudarse al convento donde vivía Alt.
Dr. Alt es en realidad el seudónimo del artista mexicano Gerardo Murillo Cornado, él fue el responsable de que la pintora cambiara su nombre de María del Carmen Mondragón Valseca a Nahui Ollin. Fue una relación muy tormentosa y apasionada, ambos tenían personalidades muy fuertes y chocaban la mayor parte del tiempo.
“Es la historia de un amor y una ruptura. Vivieron reconciliaciones sucesivas y rupturas cada vez más violentas, y reconciliaciones cada vez más apasionadas, hasta que se volvió una convivencia imposible” explica Alan Paul Mallard, un escritor que decidió narrar la historia de amor entre ambos.
¿Cómo terminó la relación? Después de mil rupturas y escándalos públicos, Ollin decidió ponerle fin a la relación con una carta que pegó en la puerta de Dr. Alt, asegurando que lo dejaba por un italiano y que le había sido infiel más de 20 veces.
La fuerza de su nombre, ¿Qué significaba para ella ser Nahui Ollin?
Tenía un alta estima por sí misma, y describió su vida así: “Mi nombre es como el de todas las cosas: sin principio ni fin, y sin embargo sin aislarme de la totalidad por mi evolución distinta en ese conjunto infinito, las palabras más cercanas a nombrarme son NAHUI-OLIN. Nombre cosmogónico, la fuerza, el poder de movimientos que irradian luz, vida y fuerza. En azteca, el poder que tiene el sol de mover el conjunto que abarca sus sistema.”
Sé que mi belleza es superior a todas las que tú pudieras encontrar. Tus sentimientos los arrastró la belleza de mi cuerpo, el esplendor de mis ojos, la cadencia de mi ritmo al andar, el oro de mi cabellera, la furia de mi sexo.
Nahui Ollin
Era una mujer muy segura de sí misma y no tenía miedo de explorar el erotismo, el desnudismo y su sexualidad.
¿Qué clase de poemas escribía?
Escribía sobre amor, libertad, renacimiento y feminismo. Aquí tienes algunos:
Independiente fui, para no permitir pudrirme sin renovarme;
hoy, independiente, pudriéndome me renuevo para vivir.
Los gusanos no me darán fin -son los grotescos destructivos
de materias sin savia, y vida dan, con devorar lo ya podrido
del último despojo de mi renovación-
Y la madre tierra me parirá y naceré de nuevo,
de nuevo ya para no morir...
No hay nada más interesante que el mundo que llevamos dentro–no hay nada más ilimitado que nuestro espíritu, y no debemos buscar ninguna otra fuerza o potencia para vivir o para producir: hay que fecundar en sus propias entrañas y dar a luz.
Soledad, magnitud donde sólo uno se escucha, donde no subleva el ruido de la matraca impertinente y absurda de la pobre humanidad que de uniformadas y mezquinas opiniones vive, aturdiéndose de trágicas risas nerviosas, nacidas del terror de mirar el propio vacío, la nada que cada uno significa,–cadáveres flotantes antes de la podredumbre misma del pellejo.
Pinturas llenas de color y con ojos muy expresivos
Su forma de pintar era muy colorida, sus temas eran variados aunque generalmente se retrataba a sí misma.
Una hermosa musa cayó en el abandono absoluto
Después de que terminó su relación con el Dr. Atl, conoció a muchos artistas e intelectuales con los que solía distraerse, uno de los más serios fue el director de cine Rex Ingram que le ofreció filmar una película erótica, a lo que ella se negó puesto que el desnudismo lo veía como un medio de expresión, no buscaba convertirse en un sex symbol.
La negación le trajo una serie de consecuencias públicas porque nadie parecía entender cuál era en realidad la visión de Ollin. Todo se solucionó cuando conoció a Eugenio Agacino, un marino que le apasionaba el piano, con él fue muy feliz hasta que murió inesperadamente por una intoxicación.
Después de su muerte se retiró de la vida pública, se ganaba la vida como profesora de arte y murió olvidada por todos y sola -únicamente con sus gatos- en su casa en México. La historia poco la recuerda pese a que fue una de las principales figuras feministas de México.
Por Mary Villarroel Sneshko | @VivoDeSorpresas | Culturizando
Con información de MulaBlanca | BitácoradelosSentidos | Excelsior