Baddo, la misteriosa y gloriosa reina

Aunque la historia de la vida de la reina Baddo se ha perdido con el tiempo, una de las pocas menciones que se hacen sobre ella es en el Concilio de Toledo en el año 589.

Allí se le menciona como una majestuosa reina, que junto a su esposo, el rey Recaredo, se convirtió al catolicismo y afianzó su poder en el pueblo visigodo de España.

Por un tiempo Baddo vivió como concubina del rey al que en un futuro daría un hijo, este se convertiría en monarca bajo el nombre de Liuva II. Se sabe que Baddo no provenía de familia noble porque gracias a las referencias de San Isidoro de Sevilla sobre el rey Liuva, se conoció que su madre era "innoble".

Baddo fue amante de Recaredo mientras este intentaba casarse con una princesa franca. Para la época, era común que los monarcas visigodos establecieran alianzas con los francos por medio del matrimonio.

Uno de los pilares fundamentales de Recaredo al momento de coronarse como rey, era la unificación de su reino, aunque otros monarcas ya lo habían intentado, fue él quien lo logró.

Tuvieron que pasar tres siglos de adhesión a la doctrina arriana (que negaba la naturaleza divina de Jesús) para que un rey desafiara a sus defensores y apoyara al catolicismo. El bautizo de Recaredo y Baddo contó con la totalidad del pueblo.

Luego de convertirse al cristianismo, Recaredo necesitaba legalizar su relación con Baddo. Para lograrlo, no dudó en unirse al Concilio de Toledo junto a su esposa, esto fue algo totalmente inusual ya que no existen otras constancias de que reinas o princesas formaran parte de los concilios.

La reina Baddo suscribía la conversión del rey con estas palabras: “Yo, Baddo, gloriosa reina”. La presencia de ella en el concilio significaba un golpe de efecto para acercarse definitivamente a la nueva iglesia oficial.

Su participación en el concilio es lo último que se sabe de ella. Lo más probable es que haya vuelto a la reservada vida de las mujeres de la época.


Titi González Méndez | Culturizando
Con información de mujeresenlahistoria.com