El soldado adventista que salvo a 75 compañeros en Okinawa
El soldado adventista que salvo a 75 compañeros en Okinawa
Conoce la increíble historia de Desmond Doss, el soldado norteamericano adventista que se negó a utilizar armas para salvar a su batallón.
Conoce la increíble historia de Desmond Doss, el soldado norteamericano adventista que se negó a utilizar armas para salvar a su batallón.
Desmond Doss nació en Virginia en 1919, sus padres lo criaron bajo la doctrina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Así fue como este joven siempre estuvo influenciado por la Biblia y sus valores, especialmente por el mandamiento de 'no matarás'.
El 1 de abril de 1942, con 24 años, se unió al ejército de los Estados Unidos llevando en mente sus creencias de no matar. Desmond consideraba que siendo un 'cooperador de conciencia' era la mejor manera de servir a su país.
Su mandamiento más preciado hizo que se uniera al cuerpo médico de la 77 División de Infantería que fue enviada a Okinawa. Desmond siempre se negó a disparar y el hecho de no querer aprender hizo que le costara unirse al ejército, pero su papel como voluntario y el pertenecer a al Iglesia Adventista le permitieron lograr su objetivo.
En mayo de 1945, los marines llevaron a cabo un asalto en la isla de Ryūkyū de Okinawa. Un batallón fue enviado a tomar una de las posiciones más estratégicas de los japoneses sobre un acantilado de 150 metros. Luego de escalar esa inmensa pared, la mayor sorpresa para ellos fue que los japoneses los recibieron con disparos.
Los soldados norteamericanos comenzaron a caer por decenas y Doss comenzó a rescatar a todos los compañeros que podía mientras que la mayoría buscaba refugiarse y defenderse en cualquier rincón.
Hay registros de que Doss ayudó a 75 soldados heridos a salir de aquel tiroteo, los fue llevando hasta el borde del acantilado y allí eran bajados con cuerdas para ser atendidos fuera de peligro.
Pasaron varios días y Doss no dejaba de buscar a sus compañeros heridos en medio del fuego enemigo. Pero el 21 de mayo fue alcanzado por una granada que cayó cerca de sus piernas y ahí estuvo cinco horas hasta que otros soldados del batallón lo encontraron.
Cuando estaba a punto de ser bajado del acantilado, Doss vio a otro de sus compañeros que estaba en peor estado que él y dejó la camilla para que lo bajaran primero. Eso hizo que Desmond recibiera un disparo en un brazo que le fracturó un hueso.
No podía ponerse de pie y los compañeros que podían ayudarlo estaban bajando al otro soldado herido, por lo que utilizó un fusil para entablillarse el brazo y llegar al lugar donde podían auxiliarlo.
Desmond recibió decenas de condecoraciones, también su nombre fue colocado en muchas rutas, plazas y centro médicos. De los 16 millones de soldados norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial, solo 431 recibieron la Medalla de Honor del Congreso.
“Estoy orgulloso de usted”, dijo el presidente Truman al entregar la Medalla de Honor a Doss. “Realmente se merece esto. Considero que esto es un gran honor, incluso mucho más grande que ser presidente”.
Doss padeció de tuberculosis y acabó perdiendo un pulmón. También se quedó sordo por una sobredosis accidental de antibióticos y finalmente falleció el 23 de marzo de 2006 a la edad de 87 años.
Titi González Méndez | Culturizando
Con información de enfilme.com | abc.es