Haile Selassie, de emperador a encarnación de Dios

Tafari Makonnen nació el 23 de julio de 1892, se trata del último monarca en ocupar el trono imperial de Etiopía, al asumir el trono adoptó el nombre de Haile Selassie.

Para quienes practican el rastafarismo, Selassie es el Dios (Jah) encarnado, es el mesías redentor.

Este hilo que une al emperador con Dios fue gracias a un grupo de jamaiquinos pobres que vieron la coronación de 'Ras Tafari' (otro nombre de Selassie) como el cumplimiento de una profecía y creían que él era el mesías del Libro de las Revelaciones de la Biblia, en pocas palabra era el 'Rey de reyes, Señor de los señores'.

Estos jamaiquinos eran fieles creyentes de que Selassie los liberaría, sacándolos de sus vidas pobres en esa isla del Caribe y llevándolos a África, la tierra prometida y de sus antepasados.

Tafari fue coronado emperador en 1930, luego de que falleciera Menelik II. Su coronación fue un evento digno de la realeza, acudieron reyes y representantes de todo el mundo.

Tiempo después de su coronación, Selassie encargó escribir la primera constitución de Etiopía, allí se restringían muchos de los poderes del parlamento, prácticamente el gobierno lo representaba únicamente el emperador.

También, el trono estaba reservado únicamente para sus descendientes. Su figura era "sagrada, su dignidad inviolable, y su poder indiscutible".

Ya en ese momento Selassie se estaba convirtiendo en algo más que un emperador en Jamaica. La profecía por la que los residentes de esta isla creían fielmente en él, la hizo Marcus Garvey.

Garvey fue un activista jamaiquino que luchó por el cambio político y social en la isla y con esas palabras desató la veneración a Selassie.

Lo cierto es que la abolición de la esclavitud en Jamaica llegó tres años después de la coronación de Selassie, aunque no mejoró mucho las condiciones de vida de la isla, Garvey es considerado un profeta para el movimiento rastafari.

Aunque el gobierno de Selassie fue criticado por muchos y considerado como un vil dictador, en Jamaica seguían viéndolo como la encarnación de Dios y como el hombre que los guiaría a Zion (la ciudad prometida).

También, el rastafari más influyente de la historia, Bob Marley, se dedicó durante toda su vida a exaltar el nombre y lo que representaba Haile Selassie para este movimiento.


Titi González Méndez | Culturizando
Con información de bbc.com