La supuesta invasión alienígena narrada por radio que causó pánico
La supuesta invasión alienígena narrada por radio que causó pánico
En 1938 un joven de 23 años llamado Orson Welles puso el mundo patas arriba al provocar el pánico entre miles de personas, convencidas de que Estados Unidos estaba siendo invadida por un ejército de alienígenas.
En 1938 un joven de 23 años llamado Orson Welles puso el mundo patas arriba al provocar el pánico entre miles de personas, convencidas de que Estados Unidos estaba siendo invadida por un ejército de alienígenas.
Cerca de las ocho de la noche, el Estudio Uno de la Columbia Broadcasting en Nueva York se convertía en el escenario donde Welles iba a interpretar, acompañado de la compañía teatral Mercury que el mismo dirigía, la novela del escritor británico H.G. Wells, «La guerra de los mundos».
Unos meses después de que la popular emisora CBS le ofreciera llevar a cabo un programa semanal basado en la dramatización de obras literarias, Welles lograba dejar los 59 minutos de radio más famosos de la historia. En un contexto político y económico marcado por la Gran Depresión, el locutor norteamericano pensó que tal adaptación contada en forma de noticiario de última hora se posicionaría en el seno de la audiencia.
A pesar de que «la Columbia Broadcasting System (C.B.S.) y sus estaciones asociadas» habían presentando al inicio del programa tanto a Orson Welles como al Mercury Theatre en la adaptación de «La guerra de los mundos» de H. G. Wells, muchos radioescuchas sintonizaron minutos después la emisión o, simplemente, no prestaron la suficiente atención a una común introducción de lo que parecía ser un programa cualquiera.
Entonces, en plena víspera de Halloween, tan solo tuvo que prender la mecha con un comienzo espeluznante:
"Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile para comunicarles una noticia de último minuto procedente de la agencia Intercontinental Radio..."
"... El profesor Farrel del Observatorio de Mount Jennings de Chicago reporta que se ha observado en el planeta Marte algunas explosiones que se dirigen a la Tierra con enorme rapidez... Continuaremos informando".
Luego del primer corte y para darle aún mayor realismo a la noticia, Welles retomaba la supuesta emisión de una orquesta desde el Hotel Meridian Plaza para volver a parar a medida que la falsa invasión extraterrestre se iba desarrollando:
"Damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave noticia. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la más palpable realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche..."
"... en una zona rural de Jersey son la vanguardia de un ejército invasor procedente del planeta Marte..."
Al menos 12 millones de personas escucharon la transmisión. Las interrupciones eran cada vez más frecuentes y con un mayor tono de alarmismo, como prueba la secuencia del personaje Carl Philips desde Grovers Mill, en el Estado de Nueva Jersey, donde supuestamente estaba ocurriendo el aterrizaje:
Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado... ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo..."
... puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea..."
Los datos de audiencia estiman que cerca de 12 millones de personas escucharon la transmisión y otras cientas cayeron en pánico abandonando sus casas y colapsando carreteras, estaciones o comisarías de policía. Los teléfonos de emergencia no pararon durante varias horas recibiendo multitud de mensajes de personas que decían haber visto a los extraterrestres e incluso hubo que registrar un número indeterminado de suicidios.
El polémico acontecimiento, terminaba con la «muerte» del propio Orson Welles a causa de los gases que arrojaban los invasores.
Fuera cual fuera el alcance real del pánico, la verdad es que la emisión de La guerra de los mundos se convirtió en un trampolín no sólo para Orson Welles quien, convertido en la gran promesa del mundo del espectáculo.
Titi González Méndez | Culturizando
Con información de http://www.abc.es