La visita de Christian Dior a Caracas

En la década de los 50 en pleno auge económico de Venezuela, las mujeres vestían con la última moda y la llegada de Christian Dior a Caracas alegró a muchos venezolanos de la capital.

Christian Dior presentó su colección propia en 1947, luego de pasar muchos años
trabajando como dibujante para la casa de modas Lucien. Lo que mostró Dior en
esa primera colección fue la moda que le devolvió a las mujeres de la época los colores que habían perdido por los oscuros años de la guerra. Faldas con mucho volumen, cinturas marcadas y hombros descubiertos eran algunas de las características de su línea.

En 1954, Dior comenzó su reconquista de clientes que invertían en Alta Costura en Latinoamérica y así fue cómo inició su viaje con sus modelos francesas por las principales ciudades de Cuba, Colombia, Venezuela y Puerto Rico.

En septiembre de ese año, Dior aterrizó en Caracas donde inauguró una de sus tiendas en asociación con la firma Cartier; estaba ubicada en la avenida Francisco de Miranda de la capital.

Se hospedó en el Hotel Tamanaco de la ciudad y realizó un desfile para presentar
su colección de la mano de la Embajada Francesa a beneficio de la Cruz Roja venezolana. Luego viajó a la capital del estado Zulia, Maracaibo; donde presentó la línea “H” que eran faldas altas de talle largo que combinaban con blusas bordadas.

Luego de su regreso a Francia, el diseñador preparó una nueva colección y algunos de sus atuendos tenían nombres como “Caracas” y “Venezuela” en homenaje a este país.

Margot Boulton de Bottome, una de las mujeres más reconocidas en la alta sociedad de la época, aseguró que Dior visitó Caracas no solo por su interés en abrir una tienda en la ciudad, sino porque estaba muy interesado en los materiales textiles que se producían en la región.

La llegada del importante diseñador a Caracas fue un evento digno de su talento. Muchos medios de comunicación reseñaron el hecho y se realizaron muchas fiestas de recibimiento, como en el Círculo Militar, en el Club Paraíso y un cocktail
en la Embajada Francesa.

Además la apertura de su tienda hizo que muchas mujeres pudieran adquirir sus vestidos sin tener que viajar a París, sino en la comodidad de la ciudad. 


Titi González Méndez | Culturizando
Con información de demodadondesea.com | elnacional.com