Roxelana, la favorita del harén del sultán Solimán

Mientras en Europa, el gran emperador Carlos V, de la casa de Habsburgo, estaba casado con Isabel de Portugal, una mujer de la nobleza y además admirada por muchos; en los límites orientales, el sultán de la Sublime Puerta, el turco Solimán, estaba casado con una de sus esclavas a quien había convertido en su pareja, pero que desde la sombra dirigió el destino del turco... Se trata de Roxelana.

Roxelana es conocida en la historia por muchos nombres: para los otomanos era Hürrem, Karima o Ruziak. Aunque se le llama de diferentes maneras, de lo que sí estamos seguros es que nació en 1505 en algún lugar de Ucrania.

En 1520, Roxelana fue raptada por los tártaros y vendida como esclava en Estambul, que en ese momento era la capital del Imperio turco. Tras su llegada, se convirtió en parte del harén del sultán 'Solimán el Magnífico'.

Solimán tenía una gran cantidad de mujeres bellas dentro de su harén, todas competían por captar la atención del sultán, pero entre las esclavas y concubinas Roxelana no pasó desapercibida y los ojos del hombre más importante del Imperio turco se posaron sobre ella.

Roxelana tuvo cinco hijos con el monarca, entre ellos el que se convertiría pronto en su sucesor, Selim. Aunque en ese momento ya existía un heredero legítimo, Mustafá, hijo de la esposa de Solimán Mahidevran.

Existen diferentes teorías sobre la desaparición del heredero, muchos afirman que se trató de un asesinato planeado por Roxelana, mientras que otros tienen la hipótesis de un exilio forzado. Lo cierto es que Selim terminó convirtiéndose en el heredero del Imperio Otomano.

La esposa del sultán era la mujer más influyente en la corte de Solimán. Aunque las mujeres no tenían mucho poder en la época, logró hacerse cargo de muchos asuntos políticos además de influenciar en las decisiones de su marido, incluso llegó a convencer a su esposo de ejecutar a una persona de su propio gobierno.

Roxelana murió el 18 de abril de 1558, el sultán quedó muy afectado por su muerte. Años después, en 1566 Solimán murió dejando el Imperio en manos de Selim, su hijo con su amor Roxelana.



Titi González Méndez | Culturizando
Con información de mujeresenlahistoria.com