El español Sergio García Sánchez, guionista de esa joya del cine de terror español llamada El Orfanato (la película que lanzó la carrera de Juan Antonio Bayona), debuta con Marrowbone, su primer largometraje como director, y el resultado es un trabajo sólido, construido con meticulosidad y con una atmósfera de pesadilla, que le debe mucho a trabajos góticos como Crimson Peak o The Others, de sus compatriotas Guillermo Del Toro y Alejandro Amenábar, respectivamente.
La historia de Marrowbone se desarrolla en una casa de campo decadente inserta en un paisaje idílico de la norteamérica de los años 60. En dicha mansión viven cuatro jóvenes hermanos en compañía de su madre. Cuando ella fallece, los hermanos tratan de heredar la casa familiar a cómo de lugar y, al mismo tiempo, ocultar la muerte de su guardiana, así como el pasado de su padre ausente.
A lo largo de la cinta se revelarán algunos secretos oscuros sobre el pasado de la familia y se descubrirá como el amor y la unión entre los cuatro hermanos oculta un secreto aún mayor. George MacKay (Captain Fantastic), Charlie Heaton (Stranger Things), Mia Goth (A Cure For Wellness) y el actor infantil Matthew Stagg (Macbeth) interpretan a los hermanos, mientras que la talentosa Anya Taylor-Joy (The Witch, Split) encarna a Allie, vecina de los hermanos y objeto de amor de Jack, además de Porter (Kyle Soller), el ambicioso abogado que los representa. Dicho triángulo amoroso será el desencadenante para los eventos que empezarán a develar poco a poco los macabros secretos que se esconden en la mansión Marrowbone.
Los amantes del horror gótico quedarán más que satisfechos con esta cinta que se aprovecha de varios recursos tradicionales del cine de este género, pero que con la fuerza de su elenco, el interés en la atmósfera y las vueltas de tuerca bien afinadas, logra funcionar e impactar.
