Conoce los misterios más populares de los océanos
Conoce los misterios más populares de los océanos
Los océanos son grandes extensiones de agua, lo suficientemente profundas como para albergar gran cantidad de especies y ecosistemas marinos. De ese mismo modo, esa extensión de agua contempla los más grandes secretos y enigmas que han podido fascinar (y preocupar) al hombre. Te contamos cuáles son los misterios más famosos, y qué opina la comunidad científica.
Los océanos son grandes extensiones de agua, lo suficientemente profundas como para albergar gran cantidad de especies y ecosistemas marinos. De ese mismo modo, esa extensión de agua contempla los más grandes secretos y enigmas que han podido fascinar (y preocupar) al hombre. Te contamos cuáles son los misterios más famosos, y qué opina la comunidad científica.
Cuando de misterios se trata, siempre sobresale el famoso “Triángulo de las Bermudas”, llamado de este modo debido al triángulo imaginario formado por la posición entre Miami, Bermudas y Puerto Rico. Las historias que rodean esta área son incontables, y datan incluso desde la época de Cristóbal Colón.
Se cree que en la zona han desaparecido centenares de barcos y tripulaciones completas; un ejemplo de ello es lo registrado en 1945, cuando desaparecieron bajo circunstancias inexplicables cinco aviones de la Marina estadounidense. Sin embargo, la zona es una de las más transitadas en el mundo actualmente por aviones y barcos.
El verdadero misterio podría realmente estar oculto bajo la acción de la misma naturaleza, y es que en esa zona hay evidencia de yacimientos de hidrato de metano bajo las placas continentales; esto ocasiona que el agua espumosa no le otorgue suficiente equilibrio o sustento a las embarcaciones, y por ende los mismos se hunden al disminuir la densidad del agua. Esta es una de (tantas) teorías discutidas y ampliamente aceptadas sobre lo que ocurre en la zona.
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Una isla es considerada de este tipo cuando aparece en los mapas históricos por períodos amplios de tiempo, pero que desaparecen de un momento a otro sin dejar ningún tipo de rastro, y por supuesto, sin explicación alguna. Tal pareció suceder con la isla Bermeja, la cual aparece en los mapas del siglo XVI, ubicada a 100 kilómetros de la punta noroeste de Yucatán, en México.
Estos mapas fueron popularizados por cartógrafos reconocidos como Gaspar Viegas y Sebastián Caboto.
De acuerdo a las teorías científicas, este fenómeno no se trata de una desaparición, sino más bien de un error de ubicación de las islas al momento de la realización de los mapas. También pudo suceder que, efectivamente existieron los cuerpos insulares, pero que como consecuencia de desastres naturales (tsunamis, terremotos, erupciones volcánicas) estos pudieron haber desaparecido de la superficie.
Durante los enfrentamientos de la Guerra Fría, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, instalaron en el fondo del océano múltiples hidrófonos con la finalidad de detectar submarinos soviéticos. Cada uno de ellos, supuestamente, se ubica a una distancia de 5000 kilómetros. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (organización científica de EE. UU.) detectó el registro de sonidos de los cuales se desconoce su origen.
La NOAA los ha nombrado según su frecuencia, duración y volumen. Los más populares son el Bloop detectado en 1997 y Julia de 1999. Las explicaciones “razonables” propuestas por la comunidad científica, es que se trata de la acción en los icebergs tanto en Chile y la Antártica, respectivamente.
En ninguno de los casos se descarta que hayan podido ser animales gigantes de especies desconocidas; sin embargo, lo complejo del asunto es que ningún satélite, barco o avión pudo comprobar esta teoría.
Es el punto más profundo del océano Pacífico, con unos 11.000 metros de profundidad aproximadamente. Se cree que en esta extensión de agua tan profunda pueden habitar criaturas aún desconocidas por el hombre. En los últimos años se han realizado diferentes expediciones en las cuales se ha intentado comprobar su profundidad y las especies que pudieran habitar esta zona tan desconocida por los humanos.
Gracias a la tecnología, se ha logrado visitar la profundidad en dos expediciones tripuladas. La primera en 1960, usando el Batiscafo Trieste y tripulado por Jacques Piccard y Don Walsh, llegando a bajar 10.911 metros, y en 2012 el Deepsea Challenger ocupado por el director de cine James Cameron, llegando a alcanzar una profundidad de 10.898 metros. En el primer caso, no se tomaron fotografías de la expedición, por lo que la única evidencia son los testimonios de los exploradores. En el caso de Cameron, se tomaron fotografías, muestras científicas, videos y otros para someterlos a pruebas científicas.
Las pruebas emitidas en la expedición de 2012 han demostrado que existen zonas ignotas dentro del Abismo Challenger (nombre que se le asignó al fondo de la fosa), además, quedó evidenciada la presencia de afloramientos rocosos laminados de microbios, desconocidas (hasta ahora), especies de gusanos marinos y anémonas de mar, entre otros organismos.
Muchos creen que existen criaturas extrañas y aterradoras que pudieran habitar esta zona, de la cual, aún no hay evidencia de ello.
En el fondo del mar del Báltico, en algún lugar entre Suecia y Finlandia, se encuentra un objeto de forma misteriosa que podría tener un origen fuera de este planeta. Se trata de la denominada “Anomalía del Mar Báltico” o como también se conoce el “ovni del Mar Báltico”. Este fue descubierto por Peter Lindberg y su equipo de Ocean X Team en 2011. Su ubicación exacta es desconocida, y solo la tienen reservada sus descubridores. A unos 91 metros de profundidad, con una forma circular y achatada, los exploradores afirman que podría tratarse de una extraña forma natural, de los restos de una nave espacial o incluso de los restos de la Atlántida.
La información manejada por la comunidad científica es muy escasa, lo que ha hecho que se dude de la veracidad de su existencia, aunado a ello, los resultados de las exploraciones realizadas por los equipos de Ocean X no han sido los ideales, y como evidencia solo se tienen fotografías de mala calidad, y mucha especulación.
Un profesor de geología de la Universidad de Estocolmo, Volker Brüchert, afirmó que gracias a muestras otorgadas por el mismo Lindberg, ha logrado determinar que es una roca volcánica, producto de la Edad de Hielo hace unos miles de años, y que su forma se debe a los efectos de los procesos glaciares y postglaciares. El equipo de Lindberg no ha emitido opinión al respecto, y se esperan nuevas expediciones en la zona.
Por: Bárbara Pernía | @barbcueto | Culturizando
Con información de: Bioguia | El País | ABC