¿Existe un protocolo a seguir en caso de una invasión extraterrestre?
¿Existe un protocolo a seguir en caso de una invasión extraterrestre?
A partir del descubriendo de la diversidad que compone el Universo, la comunidad científica ha desarrollado múltiples métodos para determinar su naturaleza, en busca de explicaciones que involucren avances científicos, explotación económica, naturaleza de la Tierra, operación aeronáutica, y otros. Pero una de las razones principales es la búsqueda de formas de vida, que puedan haberse originado y existan actualmente allá afuera… ¿Es posible una invasión extraterrestre? ¿No estamos “solos”?
A partir del descubriendo de la diversidad que compone el Universo, la comunidad científica ha desarrollado múltiples métodos para determinar su naturaleza, en busca de explicaciones que involucren avances científicos, explotación económica, naturaleza de la Tierra, operación aeronáutica, y otros. Pero una de las razones principales es la búsqueda de formas de vida, que puedan haberse originado y existan actualmente allá afuera… ¿Es posible una invasión extraterrestre? ¿No estamos “solos”?
En agosto de este año, un diputado del Partido Verde alemán, Dieter Janecek, inició una polémica con el partido de gobierno al cuestionarlos sobre las políticas o planes que no se han desarrollado en caso de que Alemania sufra un ataque alienígena, a lo que a través del Ministerio de Economía, el gobierno respondió con que “un primer contacto en territorio alemán es extremadamente improbable”.
Muchos se preguntan: ¿En qué se basa el gobierno para tal afirmación? ¿Qué país posee más probabilidades para un primer contacto? Lo cierto es que como resultado, Janecek avivó las inquietudes acerca de si realmente existe un protocolo para la aparición de alienígenas y por qué no es de manejo público.
Constantemente los astrónomos monitorizan el Universo en busca de señales de formas de vida, de cualquier tipo, bien sean microorganismos o los típicos hombrecillos verdes que se ven en las películas de ciencia ficción. Ha habido oportunidades en las que los científicos se han encontrado con alguna señal fuera de lo normal, y para hallar una explicación, se realizan diferentes revisiones y verificaciones sobre su posible origen. Tal como sucedió en 1977 cuando en el radiotelescopio Big Ear se recibió una señal de origen desconocido, que desde entonces se denomina como la señal ‘WOW!’; hallazgo que con el paso del tiempo ha generado varias explicaciones, entre ellas, una interferencia que ocasionaría un error en la captación de la señal por radio.
El ‘Oumuamua’, un “misterioso intruso” que desde octubre de 2017 fue captado desde la Universidad de Hawái (Estados Unidos), es un cometa que muchos creyeron en principio que podría ser el resto de una nave espacial extraterrestre por su misteriosa naturaleza, origen y propósito al ingresar al Sistema Solar. Esto puso nuevamente sobre la mesa de los científicos la posibilidad de la existencia de vida más allá del planeta Tierra.
Gerald Harp, quien fue director del instituto SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence o Instituto de Inteligencia Extraterrestre en español) en el año 2016 aseveró que durante los últimos años los científicos han considerado la posibilidad de vida extraterrestre, especialmente la microbiana, ya que se ha demostrado que existen planetas similares a la Tierra, que fácilmente pudieran albergarla.
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Para darse una invasión extraterrestre, primeramente estos tendrían que ser seres de vida inteligente y con conocimiento de la existencia de la Tierra. Luego de esas circunstancias, Seth Shostak, el astrónomo número uno del SETI, afirma que la humanidad tendría una desventaja abismal al comparar la tecnología de “una civilización capaz de recorrer distancias interestelares y la de los humanos, que solo han logrado viajar hasta la Luna”.
Luego de eso, el científico afirmó que no existe aún ningún plan militar o científico para contrarrestar “un ataque alienígena”, en donde claramente la tecnología, la comunicación y el escenario políticamente tenso serían un gran problema. Sin embargo, él mismo dejó al aire el cuestionamiento:“¿Quién sabe qué habrá en los sótanos del Pentágono?”, dejando para el entendimiento, que podría existir un plan, pero claramente bajo un sistema de seguridad inquebrantable.
No existe un plan (divulgado) en caso de que los extraterrestres pisen la Tierra, pero en cambio, sí existe un protocolo en caso de recibir algún tipo de señal a través de radio. Este protocolo es un planteamiento o más bien una declaración de principios a seguir, es decir, no es una ley o regla por lo que ningún organismo internacional está en potestad de obligar a los científicos a seguirlo.
Este protocolo consiste en que luego de detectarse la señal, el científico tiene que reunir toda la evidencia necesaria para que otros profesionales puedan comprobarlo. Lo ideal es que los expertos puedan corroborar y/o reproducir estas señales para minimizar la posibilidad de fraude. Un monitoreo individual de las diferentes centrales es lo ideal, ya que de ese modo, de manera independiente se pueden comprobar las señales.
Luego de haber estudiado en profundidad la señal, empieza el proceso de comunicación hacia las autoridades, iniciando por la Unión Astronómica Internacional (International Astronomical Union, en inglés), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (en inglés, International Telecomunication Union), los diferentes comités, organizaciones y comisiones internacionales competentes en el área, quienes también se encargarían de la verificación de la señal, para estar completamente seguros de su veracidad.
El siguiente paso sería comunicárselo al público en general. Esta etapa sería, la más determinante en cuanto a decisiones se refiere, porque una vez que el entendimiento público lo haya asimilado, se deberá discutir, si la humanidad debería enviar una respuesta de vuelta. Aquí entrarían a participar, según los principios, los mandatarios de todo el mundo a través de una reunión extraordinaria en las inmediaciones de la Organización de las Naciones Unidas.
Un posible debate internacional en conjunto con la comunidad científica podría llevar meses de discusiones, en los cuales los líderes mundiales deberían decidir entre sus propios intereses cuál sería la respuesta más idónea: el código lingüístico; y deberían concretarse muchos documentos hasta obtener el denominado “mensaje colectivo”. Por otro lado, la respuesta tardaría miles de años en llegar a los emisores del primer mensaje, por temas de distancia, tiempo, años luz, etc. Quedaría mucho “por verse” en caso que suceda una situación de este tipo, ya que sería algo completamente nuevo para la humanidad.
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¿Es momento de preocuparse?
Los científicos están realizando más trabajos enfocados en la existencia de vida extraterrestre, a través de diferentes avances tecnológicos para la búsqueda de formas de vida. Sin embargo, lo más probable es que en un futuro cercano todo resulte en evidencia microbiana, la cual planean obtener (suponiendo que exista) a través de viajes espaciales a planetas como Marte y a una de las lunas de Júpiter, Europa.
Hay quienes consideran que la comunicación extraterrestre está más cercana a lo esperado y que esto supondría un gran impacto a nivel global, otros no creen en la existencia de los mismos, mientras que hay un grupo de expertos, que se cuestionan si existieran verdaderamente los alienígenas, ¿cuál sería su interés en comunicarse o visitarnos? No se sabrá, hasta que nos suceda.
Por: Bárbara Pernía | @barbcueto | Culturizando
Con información de: Space | ABC | El diario