Macao: La capital asiática de las apuestas
Macao: La capital asiática de las apuestas
Macao es la única y sensacional ciudad China en donde es legal el juego de azar. Las apuestas, la cultura y la gastronomía hacen de este destino turístico todo un lujo, con una mezcla de altura, entre un legado portugués y la diversidad asiática.
Macao es la única y sensacional ciudad China en donde es legal el juego de azar. Las apuestas, la cultura y la gastronomía hacen de este destino turístico todo un lujo, con una mezcla de altura, entre un legado portugués y la diversidad asiática.
La Región Administrativa Especial de Macao o simplemente conocida como Macao, es una región de China que fue colonia portuguesa por casi 450 años, en la actualidad tiene sus propias leyes orgánicas y un alto grado de autonomía con respecto a las demás provincias y regiones del país.
Esta región fue la última colonia europea en Asia, por ser administrada por el Imperio Portugués hasta finales de 1999, cuando se le transfirió la soberanía total del territorio a China. Sin embargo, Macao sigue siendo un paraíso europeo al extremo oriental del mundo. Esta región mantiene su propio sistema legal, sus fuerzas de seguridad pública, inmigración y asuntos internos, mientras que China es responsable por sus asuntos exteriores y sus defensas militares.
En un ambiente lusitano producto de la influencia colonial, se levantan las edificaciones modernas, los grandes hoteles y casinos, para hacer un contraste entre el pasado y el futuro. La imagen turística de la ciudad destila lujo y dinero, pero también tradición y diversidad cultural.
La capital asiática del juego
En Macao los juegos de azar son completamente legales, a diferencia en el resto de China, y esta característica ha hecho que la ciudad sea reconocida como Las Vegas de Oriente, y es que allí se pueden encontrar innumerables casinos, y complejos turísticos de lujo referentes a este sistema de apuestas.
Esta actividad de juegos ha logrado superar en varios años los ingresos económicos obtenidos en la ciudad de Las Vegas, La capital del pecado, y es que dichos ingresos han superado los 26.000 millones de euros y han contribuido al crecimiento de la ciudad, la ampliación de su oferta turística y la mejora en cuanto a calidad de vida para los macaenses.
La excolonia portuguesa basa un porcentaje importante de su economía local en las apuestas y el turismo, con casinos de alto nivel y ligados a diferentes cadenas internacionales. Uno de los establecimientos más emblemáticos es el Grand Lisboa Hotel, un hotel que pertenece a la Sociedade de Jogos de Macau Holdings, una compañía que maneja históricamente el monopolio del juego en la ciudad (y parte del mundo). En el hotel se localiza el más aclamado casino en Asia, el Casino Lisboa, el cual ha llegado a operar las 24 horas del día para satisfacer la demanda.
Acompañando al mundo de las apuestas, está también el mundo de las compras, y es que la vida nocturna de Macao ha prácticamente obligado a los comerciantes a trabajar las 24 horas, para aprovechar y calmar las ansias de los compradores que han ganado unos cuantos de billetes con el juego. Entre esos se ubican mayormente las joyerías y relojerías, en donde los visitantes han gastado hasta millones en una noche.
Más allá de las apuestas
En el corazón de la ciudad, un turista puede visitar varios de los lugares más icónicos de Europa y occidente, por ejemplo, la réplica de la Torre Eiffel, los canales de Venecia y el Hotel The Venetian. Todo en un mismo paso.
Por otro lado, en el centro histórico de la ciudad, se ubican todos los vestigios de la colonia portuguesa, con las casas de colores, las catedrales, el Mercado Vermelho o Mercado Rojo y la cocina tradicional. Este centro fue nombrado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el 2005.
La Rua de la felicidade es una calle pintoresca china, llena de establecimientos de color rojo, en donde los restaurantes locales mezclan la comida portuguesa con la china, dando como resultado la macaense. La Torre de Macao, es una “aguja” de más de 300 metros de altura desde donde se puede visualizar el contraste de la ciudad, las casas pequeñas y las torres gigantes.
Las iglesias y los edificios coloniales respetan la arquitectura al estilo barroco portugués, además de las expresiones de arte sacro en toda la extensión. Una de las mayores atracciones es la fachada principal de la Iglesia de San Pablo, que fue construida entre artesanos italianos, portugueses y asiáticos en suma convivencia.
Como parte de la cultura, se alza la religiosidad y las creencias de los habitantes, en el templo de A-Má se venera a la diosa de Macao, la diosa A-Má (diosa del Cielo), también llamada Tin Hau, Mazu o Matsu. Es una de las partes más orientales de la zona, construida por los pescadores y marineros.
Las diversas influencias de la cultura china, se han reflejado en la religión, en donde se practican tanto el taoísmo, el budismo y el confucianismo. Pero también está la comunidad cristiana, católica y protestante, correspondiente a los descendientes de portugueses y la generación macaense.
La Macao gastronómica
Los macaenses han hecho su propia cultura gastronómica, en donde se puede encontrar desde un bacalao a la parrilla hasta unos dim sums acompañados con té verde. La comida ofrecida es diversa como lo apreciado en sus calles.
Un postre típico es el helado de durián, una fruta conocida como la más apestosa del mundo. Y para los menos arriesgados, están las galletas de jengibre y almendras, los bizcochos y las tartas portuguesas.
Por Bárbara Pernía | @barbcueto | Culturizando
Con información de: El Nuevo día | El diario | Canal Cocina