10 curiosidades que no sabías sobre 'ALF'

Exceptuando el primero de todos, que se tituló A.L.F., todos los episodios de la serie llevaban títulos de canciones famosas que, además, tenían que ver con la trama del capítulo. El episodio 2 de la primera temporada se tituló Strangers in the Night, de Sinatra, y el último de la última temporada fue Considere me Gone, de Sting. En el medio, hubo otras como It's my Party, Mr. Sandman, Fever o Suspicious Minds.

El actor Max Wright era uno de los actores que peor clima creaba durante el rodaje. Después de terminar de rodar el último episodio, se fue en silencio a su camerino, recogió todas sus cosas y se fue sin despedirse de nadie.

Paul Fusco, uno de los creadores de la serie y principal marionetista, estaba obsesionado con guardar los secretos de ALF. Por ello, hizo firmar a todo el equipo un contrato de confidencialidad conforme no podían revelar nada sobre el trabajo, y toda la serie se rodó en plató cerrado sin público, pero por entonces era impensable, prácticamente, hacer una sitcom en la que no se oyera reír al público, así que utilizaron pistas de audio con gente riéndose. Lo que se conoce como "risas enlatadas".

Uno de los guionistas de la serie, Jerry Stahl, escribió una autobiografía, Medianoche Permanente, en la que contaba cómo llegar a ser un guionista de éxito y revelaba su adicción a la heroína. En 1998, esa autobiografía se llevó al cine protagonizada por Ben Stiller en el papel de Stahl, y se hacía referencia varias veces a ALF como Mr. Chompers. Incluso aparece una alucinación de pesadilla provocada por las drogas que Stahl tuvo con la marioneta del programa.

Durante la serie, Alf menciona varias veces diferentes fiestas, monedas y otras costumbres de su planeta natal, Melmac. Esos nombres eran en realidad los apellidos de varios miembros del equipo de la serie.

Debido a la dificultad técnica de rodar la serie, ALF se convirtió en una de las producciones más caras de la NBC. Para recuperar la inversión, la productora autorizó el uso de la imagen de Alf para diferentes productos, como juguetes, ropa y cereales. Todo el merchandising que se hizo de la serie no tuvo un afán meramente lucrativo: de no haber sido por él, la serie no habría sido rentable.

Varios miembros del equipo han contado que, durante el rodaje de la cuarta temporada, la tensión era tan alta que, en una ocasión, el actor Max Wright atacó físicamente al títere de Alf y le gritó: "¡¡Ponnos a todos en palos!! ¡¡Todos somos marionetas!!"

El personaje de Alf se pensó como un alienígena zafio y grosero, alejado del estereotipo de alien inteligente y elegante. Dentro de sus costumbres chabacanas -como la de comer gatos- también era un aficionado bebedor y, de hecho, en los primeros episodios aparecía bebiendo alcohol con relativa frecuencia. La NBC pidió a los creadores suavizar el tono para hacer la serie más familiar, y el resgo de bebedor de Alf fue suprimido.

A pesar de los esfuerzos de Fusco porque no fuera así, la NBC suspendió la serie al terminar la cuarta temporada y no llegó a producirse la quinta. Sin embargo, la trama para esa quinta y última temporada ya estaba planteada sobre la mesa y, en ella, la acción transcurría en una base militar en la que Alf estaba recluido después de separarse de los Tanner.

A pesar de que muchos rumores apuntan a que la serie terminó a causa del mal ambiente en el rodaje, y muchos otros a las difultades que suponía sostener una producción tan costosa, Paul Fusco contó que la cancelación se debió a un cambio en las políticas de la NBC a partir de 1990, cuando comenzaron a exigir la transferencia de los derechos de autor de todas las producciones que avalaban. Fusco se negó a cederles los derechos sobre el personaje de Alf, y la NBC canceló la serie. El espacio de ALF, los lunes por la noche, fue sustituido por El Príncipe de Bel-Air.