¿Conoces el origen de la palabra salario?

En ocasiones nos complicamos la vida buscando explicaciones y teorías complejas de las cosas, cuando la respuesta siempre ha estado frente a nuestras narices, solo que cuando algo es demasiado obvio tenemos la tendencia natural a descartarlo bajo la concepción de que no puede ser tan fácil… Sin embargo, aquí te demostraremos que a veces es mejor apostar a lo simple para acertar.

Este vocablo que está presente de manera permanente en nuestro día a día, proviene de algo tan común que te costará creerlo; y es que la palabra salario se deriva del latín‘salarium’, que significa algo como “pago por sal” o “pago de sal”.

La sal en la antigüedad era conocida como “el oro blanco”, por sus múltiples usos para la vida diaria. Por ejemplo, podía usarse como antiséptico para curar heridas, para conservar alimentos, como forma de pago en Grecia y Roma, entre otras aplicaciones.
 
En los tiempos del Imperio egipcio, a los trabajadores –no a los esclavos por supuesto- se les reconocían sus honorarios por servicios con sal, ¿y esto por qué? Pues debido a la inexistencia de congeladores, neveras o frigoríficos, esta les permitía conservar la comida durante largo tiempo, especialmente las carnes, mediante el proceso o la práctica de “salazón”.
 
Años después, el Imperio romano mantuvo esta forma de pago ya que todavía para ese momento, la sal seguía siendo un producto óptimo para la preservación de la carne y alimentos perecederos, y gracias a la permanencia de esta modalidad de cancelación por servicio a los soldados y trabajadores, se popularizó el término o nombre “salario”, para lo que recibían los empleados al final del mes laborado, y así esta definición se ha mantenido y trascendido hasta nuestro tiempo.

Durante el Imperio romano, se construyó un camino que conectaba las salitreras de Ostia con la ciudad de Roma, a la cual denominaron “Vía Salaria”, y a los soldados romanos que cumplían funciones en esta vía, se les pagaba una parte del “salario” en sal, y a esta fracción se le conocía como “salarium argentum”.
 
La sal para ese momento histórico se llegó a utilizar en la adquisición de esclavos.

Lo que hoy en día sí podemos agradecer es que solo se haya mantenido el término para denominar el pago que recibe un trabajador por la labor que realiza y no el condimento o aderezo como moneda… Nada como recibir tu dinero para disponerlo como mejor te parezca.
 
Practica el ahorro –en la medida de lo posible- y evita que tu salario quincenal o mensual se te vuelva sal.
 
Escrito por: Carlos Román | @VeneTiger | Culturizando
 
Con información de: La Vida Cotidiana | Babbel | RAE