¿Conoces la expresión “salvado por la campana”?
¿Conoces la expresión “salvado por la campana”?
Esta con seguridad no será la primera ni la última vez que escuches esta jocosa y popular frase en alguna conversación u ocasión de nuestra cotidianidad, pero, ¿sabes lo que significa o a qué se refiere?, ¿conoces su origen? Si la respuesta es no, continúa leyendo y encontrarás la respuesta a esta y otras interrogantes…
Esta con seguridad no será la primera ni la última vez que escuches esta jocosa y popular frase en alguna conversación u ocasión de nuestra cotidianidad, pero, ¿sabes lo que significa o a qué se refiere?, ¿conoces su origen? Si la respuesta es no, continúa leyendo y encontrarás la respuesta a esta y otras interrogantes…
El idioma castellano en esta oportunidad nos abre una ventana para conocer un poco más en profundidad sus enigmas y características, con la presentación de la frase “salvado por la campana”, cuyo uso frecuente la convierte en una de las más empleadas, sin embargo, aunque mucho la ponemos en práctica, poco sabemos acerca de sus particularidades.
Entérate de su origen
A pesar de que muchos podrían relacionar su origen con la famosa serie de los 90 “Salvado por la Campana” (Saved by the Bell, nombre original del programa televisivo en inglés), el origen de esta expresión tradicional proviene del mundo de los deportes, especialmente del boxeo, y se refiere de manera específica al momento en el que suena la campana que anuncia el final de un round de la contienda.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, se hizo famosa esta frase tan singular, ya que cuando el pugilista o boxeador estaba recibiendo mucho castigo, casi a punto del nocaut, gozaba de la fortuna de que sonara a lo lejos el timbre que anunciaba el final del round, dándole la oportunidad de sobreponerse para el siguiente, por lo que se decía que literalmente fue “salvado por la campana”; o sea, de una inminente derrota.
Otras teorías
También existe la hipótesis o creencia de que este término data del siglo XV, época en que los avances médicos no eran tantos como en la actualidad, y las personas -al determinar que no tenían signos vitales-, eran enterradas, sin embargo, ya en el ataúd resultaba que todavía estaban vivas, es decir, no se encontraban muertas sino de parranda…
Para evitar que este tipo de situaciones se repitieran, se optó por amarrar una cuerda en la mano del difunto, cuya punta o extremo estaba conectado con una campana ubicada en el exterior del cementerio, de manera que si la persona despertaba y se movía, alguien afuera pudiera escuchar la campana accionada por el hilo; así el supuesto muerto era “salvado por la campana”.
Si aún no te has decidido a poner en práctica esta expresión, te mostramos algunas alternativas de uso para que no dudes en aplicarla en tus próximas conversaciones.
Motívate a usarla
Y tú, ¿recuerdas haberte “salvado por la campana”?
Comparte con nosotros tus anécdotas y experiencias acerca de esos momentos en los que por los pelos te libraste de alguna situación complicada, arriesgada, o simplemente esquivaste la bala…
Escrito por: Carlos Román | @VeneTiger | Culturizando
Con información de: Origen Lenguaje | Curioso Dato | Lilemus