¿Conoces el aeropuerto más siniestro y perturbador del planeta?
¿Conoces el aeropuerto más siniestro y perturbador del planeta?
Repleto de simbologías ocultas, murales proféticos y esculturas apocalípticas, el Aeropuerto Internacional de Denver es sin lugar a dudas uno de los sitios que causa más angustia e inquietud en el mundo… ¿Lo conoces? ¡Aquí te lo mostramos!
Repleto de simbologías ocultas, murales proféticos y esculturas apocalípticas, el Aeropuerto Internacional de Denver es sin lugar a dudas uno de los sitios que causa más angustia e inquietud en el mundo… ¿Lo conoces? ¡Aquí te lo mostramos!
Inaugurado en octubre de 1993, El Aeropuerto Internacional de Denver, llamado DIA por sus siglas en inglés, es el aeropuerto más grande de los Estado Unidos por su superficie local, cuenta con la pista de aterrizaje más larga en el país norteamericano y hasta el 2015 fue el 18vo aeropuerto más concurrido en el mundo y el 6to más activo en los Estados Unidos. Sin embargo, estos datos no son los que vuelven al Aeropuerto Internacional de Denver en el que probablemente sea uno de los lugares más polémicos y siniestros del planeta.
El símbolo del nazismo
Este aeropuerto es una referencia obligada para los amantes de las teorías conspirativas, y es que no es para menos. Si empezamos a describir el DIA desde afuera, lo primero que vamos a notar –probablemente una de las cosas más perturbadoras- es que visto desde el aire tiene forma de esvástica. Actualmente, el empleo de la esvástica fuera de un contexto histórico se considera tabú en casi todo el mundo, al punto de ser sancionado en varios países, por lo que resulta realmente raro que en un país de cultura occidental encontremos un símbolo tan polémico al “azar”.
Caballo del apocalipsis
Una vez que se llega al aeropuerto lo más notable es la estatua de un caballo apocalíptico gigante de ojos rojos dando la bienvenida a los pasajeros en la entrada principal del DIA. Realmente un caballo de 10 metros de altura con venas resaltadas y ojos diabólicos que brillan por las noches es algo difícil de ignorar, aun más si tomamos en cuenta la escalofriante historia que se esconde tras esta pieza: cuando estaban terminando de esculpirlo, una de las patas delanteras de la estatua se desprendió asesinando a su creador, Luis Jiménez, al cortarle una arteria.
Santuario de los masones
Dentro del DIA la situación no mejora, ubicada en el área principal del aeropuerto se encuentra una placa masónica. Para aquellos que no están familiarizados con la masonería, esta se trata de una institución de origen filosófico, selectivo, jerárquico y discreto, fundada en términos de fraternidad, con un objetivo principal: “la búsqueda de la verdad”. Creen en el Gran Arquitecto del Universo (GADU), un concepto bastante amplio de la divinidad que abarca todas las concepciones de Dios. Sobre la masonería existen incontables teorías y mitos conspirativos que han sido alimentados a lo largo de los años por el secretismo de sus miembros y por ser conocidos como la mano derecha de los Illuminati.
En la placa masónica del aeropuerto se encuentra el símbolo principal de esta institución, conformado por una escuadra y un compás (que simbolizan la virtud y los límites que los miembros deben mantener con respecto a los demás, respectivamente), rodeado de varias inscripciones en las que se pueden leer los nombres de dos sujetos identificados como “Gran Maestro” -título que se le otorga a los principales voceros de las logias de los masones-. También podemos apreciar una leyenda que dicta “Comisión Aeroportuaria del Nuevo Mundo” rodeada de inscripciones en braille que hablan del Nuevo Orden Mundial, la teoría conspirativa que se refiere a un nuevo período de la historia que pretende cambiar drásticamente el equilibrio de poderes y las ideologías políticas imponiendo un gobierno único. Bajo la placa masónica de granito se encuentra una “cápsula del tiempo” que indica que debe ser abierta en el año 2094 y que contiene mensajes para los habitantes de Colorado.
Murales proféticos
Es innegable que cada artista tiene su propia perspectiva y que lo que intenta plasmar en su arte no siempre es lo que los simples mortales vamos a terminar interpretando. La prueba de esto son los grandes murales del Aeropuerto Internacional de Denver pintados por Leo Tanguma que, aunque para él cuentan una historia de cómo la paz triunfa sobre todo lo malo, al público en general le podría despertar inquietud, angustia y ansiedad. Y es que no es para menos, estas perturbadoras obras de arte muestran caos, muerte, violencia y desconsuelo…
Uno de los murales, a pesar de estar titulado “Paz y armonía con la naturaleza”, nos muestra un grupo de niños con expresiones de desasosiego rodeando animales, algunos de los cuales están metidos dentro de vitrinas de cristal, y niños muertos en ataúdes. En el fondo del mural podemos ver un bosque y una ciudad ardiendo en llamas y los más detallistas afirman que una de las niñas del mural sostiene en sus manos una estela maya que representa el fin del mundo.
En otro de los murales podemos apreciar a un militar nazi usando una máscara de gas y asesinando a una paloma blanca con un sable mientras porta un rifle en su otra mano. Debajo del oficial nazi se pueden observar niños llorando sobre pilas de ladrillos y una fila de madres plañendo con sus bebés recién nacidos muertos en sus brazos. Por si esto no fuera suficientemente perturbador, en la esquina inferior derecha hay una carta que escribió Harma Herchenberg, una adolescente de 14 años que aparentemente murió en 1943 en Auschwitz, en la que se lee:
Una vez fui una niña que anhelaba otros mundos, pero he conocido el miedo. He aprendido a odiar lo trágico, pero esta es la juventud que vive con los enemigos. Sin embargo, sigo creyendo que hoy solo dormiré y me despertaré como una niña otra vez".
Harma Herchenberg
Fragmento de la carta que escribió en 1943 antes de su muerte.
En un tercer mural, titulado “Niños del sueño mundial de la paz”, se puede observar un gran grupo de niños luciendo trajes folclóricos de distintos países, entregando armas envueltas en banderas a un niño que se encuentra en el centro de la pintura vestido con un traje típico de Alemania. Los expertos en teorías conspirativas indican que esto solo reafirma la implementación del Nuevo Orden Mundial, ya que el concepto de “todos unidos para una persona” es lo que esta doctrina plantea… y el hecho de que el niño que recibe las armas sea de origen alemán solo alimenta más esta afirmación ya que los Illuminati nacieron en Baviera, Alemania.
Con todas estas peculiares características que posee el Aeropuerto Internacional de Denver no es de extrañar que despierte intriga en las personas, ya que es algo que va más allá de solo mal gusto en temas de decoración. Sin embargo, como si el caballo apocalíptico, los murales proféticos y la esvástica fueran poco, bajo el aeropuerto se esconde otro misterio: al momento de su construcción se removieron más de cien millones de yardas cúbicas de tierra, lo que supera ampliamente a las mayores construcciones del mundo (en especial si de aeropuertos se trata).
Este hecho sugiere que bajo el DIA hay una construcción gigantesca a la que nadie tiene acceso; lo único que han confirmado es que hay varios túneles que “fueron diseñados” para transportar carga, sin embargo, están en desuso porque desde su construcción alegaron que estaban defectuosos. Lo cierto es que nadie posee el plano completo del aeropuerto, su paradero es un misterio.
La mayoría de las teorías conspirativas sobre este aeropuerto aseguran que hay hasta ocho plantas por debajo del DIA que se usan con fines completamente oscuros, ya que es un presunto santuario Illuminati, lo que explicaría todos los simbolismos y mensajes ocultos que se encuentran en el lugar…
¿Será el Aeropuerto Internacional de Denver uno de los santuarios Illuminati más importantes del mundo? ¿Sus murales revelarán las profecías de lo que ellos tienen planificado para el mundo? ¿Qué mensajes se esconden en la cápsula del tiempo bajo la placa masónica?
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Por Diana Carolina Fernandes | @dianacarolina_f | Culturizando
Con información de: vix | La mentira está ahí afuera |