Edward Austrian y las gemelas Pollock: ¿Hay vida después de la muerte?

Los seres humanos siempre nos hemos preguntado si hay algo más allá de la muerte porque, en parte, nos negamos a pensar que es el fin de nuestra existencia… La creencia de que una persona fallecida volverá a vivir con otro cuerpo es mucho más satisfactoria que el concebir que la vida de verdad acaba con la muerte y que nunca tendremos una segunda oportunidad para enmendar nuestros errores.

Sin embargo, para muchas culturas la reencarnación es un hecho y según ellas siempre vamos a volver a nacer, solo que no podemos recordar nuestras vidas pasadas… Aunque parece que esto no siempre es así.

Te contamos dos impactantes casos de niños aparentemente capaces de recordar su vida anterior que te harán poner la piel de gallina…

Edward Austrian era un niño de 4 años que, aun a pesar de ser muy dulce y tranquilo, había desarrollado una fobia bastante extraña y notoria por los días lluviosos y oscuros. Aunque su madre, Patricia Austrian, nunca le dio mucha importancia a ese hecho debido a que los niños pequeños suelen temerle a la oscuridad, esto fue una fobia que se le fue agravando con el paso de los días y era contraproducente debido a que vivían en un país lluvioso como lo es Inglaterra…

Tiempo después Edward comenzó a quejarse de que le dolía mucho la garganta. Su madre obviamente se comenzó a preocupar y lo llevó al médico; sin embargo, a pesar de las varias consultas y exámenes nunca lograron descubrir a qué se debía el dolor del que se quejaba el pequeño hasta que se quejó de que “le dolía su disparo” y, a partir de ese momento Edward comenzó a contarle historias increíbles de lo que parecía ser una vida pasada…

Él le contó a su madre que había sido un soldado de la Primera Guerra Mundial y que había muerto de un disparo en la garganta. Aunque su madre quedó totalmente impactada, pensó que era un invento de Edward… Su dolor de garganta empeoró muchísimo por lo que decidieron quitarle las amígdalas como medida preventiva para una amigdalitis muy severa; sin embargo, después de la operación el pequeño desarrolló un quiste en la garganta que le producía un dolor aún más atroz que el anterior…

Los médicos estaban totalmente sorprendidos y estuvieron haciéndole pruebas al pequeño por unos días… Durante este tiempo Edward decidió contarle a sus padres más detalles de su vida pasada: les contó que él era un soldado de la Primera Guerra Mundial llamado James, que tenía 18 años y vivía en Francia cuando lo llamaron a filas; mientras se encontraba caminando solo con su tropa en un día bastante lluvioso y nublado escuchó un disparo, justo detrás de él, y de repente -sin poder hacer nada para evitarlo- sintió como le atravesaba una bala por su garganta.

Lo más sorprendente es que después de haberle contado la historia a sus padres, el quiste que tenía en la garganta desapareció completamente dejando a los médicos sin palabras…

El 4 de octubre de 1958 nacieron Gillian y Jennifer Pollock, unas gemelas que fueron una total sorpresa para la familia debido a que un año antes de su nacimiento, ellos habían perdido a sus hijas de 11 y 6 años, Joanna y Jacquelin, en un trágico accidente. El suceso ocurrió un domingo en Hexham (Inglaterra), cuando la familia se dirigía a la iglesia y las niñas decidieron adelantarse para poder jugar un rato en el parque; sin embargo, mientras se adelantaban fueron arrolladas fuertemente por un auto, muriendo al instante… Después de ese fatídico día abandonaron el pueblo.  

Los padres comenzaron a notar ciertas similitudes curiosas entre las cuatro hermanas. Gillian y Jennifer comenzaron a adquirir un lenguaje muy similar al de las hermanas que habían fallecido, incluso en alguna ocasión les pidieron a sus padres que les dieran unas muñecas de sus hermanas sin ellos siquiera haberles dicho nunca que existían y, una vez que se las entregaron, las nombraron Marie y Susan -justo los mismos nombres que les habían dado Joanna y Jacquelin- sin que sus padres tampoco les dijeran nada al respecto. También tenían marcas en el cuerpo que eran totalmente iguales a las de sus hermanas. Desde ese momento los padres comenzaron a sospechar que probablemente sus nuevas hijas eran la reencarnación de sus hijas anteriores…

Después de un tiempo ellos decidieron volver a Hexham y algo impresionante sucedió: las dos niñas recordaron instantáneamente el parque a donde ellas iban a jugar constantemente y, cuando llegaron a la casa, la reconocieron completamente al igual que a todos los vecinos que vivían allí.

Los padres declararon que cuando Gillian y Jennifer tenían alrededor de 4 años, comenzaron a desarrollar fobia a los automóviles, e incluso cuando iban a cruzar la calle, comenzaban a gritar "el auto viene a buscarnos de nuevo"…

Lo más aterrador e increíble de todo, es que un día sus padres escucharon una conversación de las gemelas en la que Jennifer afirmaba que no quería que le volviera a pasar, y añadió: “Fue Horrible. Mis manos estaban llenas de sangre, igual que mi nariz y mi boca. No podía respirar"; a lo que Gilian respondió: “No me lo recuerdes. Parecías un monstruo y algo rojo salía de tu cabeza”.

Los padres estaban totalmente convencidos de que Joanna y Jacquelin habían reencarnado en Gillian y Jennifer. Sin embargo, a los 5 años parece que aparentemente olvidaron por completo su vida pasada y comenzaron a desarrollar sus propias personalidades sin recordar nada de sus años anteriores…

Y tú… ¿Qué piensas sobre esto? ¿Crees que hay vida después de la muerte? ¿Crees que solo eran inventos de los niños?

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Por Diana Carolina Fernandes | @dianacarolina_f | Culturizando

Con información de: Muy Interesante | Paulette | BBC Learning