¿Qué secretos se esconden tras los muros de la Gran Pirámide de Egipto?
¿Qué secretos se esconden tras los muros de la Gran Pirámide de Egipto?
Una de las maravillas del mundo que encierra más misterios es la Gran Pirámide de Guiza. ¡Te contamos algunos de los hechos que han puesto a dudar hasta al más escéptico!
Una de las maravillas del mundo que encierra más misterios es la Gran Pirámide de Guiza. ¡Te contamos algunos de los hechos que han puesto a dudar hasta al más escéptico!
Es innegable que, aun a través de los años, la antigua cultura egipcia continúa rodeada de un aura de misterio e intriga. Y es que tanto la construcción de sus pirámides como las enigmáticas muertes que se asocian con ellas, todavía inquietan y asombran al mundo en partes iguales.
Si nos fijamos detenidamente, los seres humanos tenemos cierta tendencia a justificar las cosas que nos parecen extremadamente increíbles tras un “algo” que es más grande que nosotros. Por eso es probable que, para muchos, el hecho de que las palabras maldición, brujería, o paranormal estén vinculadas con el antiguo Egipto no es de extrañar. Conoce estos tres enigmáticos sucesos que definitivamente harán dudar hasta al más incrédulo…
Nikita Jruschov y su fallido intento de conocer las pirámides
En mayo de 1964, Nikita Jruschov, el primer ministro soviético, realizó un viaje a Egipto con motivo de la inauguración de la presa de Assuán. Al final del viaje, estaba decidido a visitar las cámaras reales del interior de la pirámide de Keops acompañado de guías y arqueólogos; sin embargo, Jruschov recibió esa misma mañana un teletipo directamente desde Moscú donde el KGB -el Comité para la Seguridad del Estado de la Unión Soviética- le “recomendaba” con urgencia que se abstuviera de entrar en la Gran Pirámide de Guiza. A pesar de que no dio ninguna explicación oficial y que no reveló la totalidad del mensaje, Jruschov obedeció sin ninguna duda. ¿Qué temía el Servicio Secreto ruso?
Misteriosas muertes
En 1925, el arqueólogo y director de la Sociedad de Investigaciones Boston-Harvard, George A. Reisner, realizó uno de sus más importantes hallazgos en la Gran Pirámide de Guiza: a 20 metros de profundidad estaba la cámara funeraria donde encontraron el sarcófago de Hetepheres I, madre de Keops. Sin embargo, no fue hasta 1927 que lograron abrir el sarcófago que, a pesar de tener todos los sellos intactos, se encontraba totalmente vacío. Hasta el día de hoy, el paradero de la momia es un misterio y ha dado lugar a muchas teorías, poniendo en duda incluso su identidad y su maternidad.
No obstante, una de las cosas más desconcertantes sobre este hallazgo fue que, a pesar de haber estado numerosas ocasiones dentro de la Gran Pirámide, en la primavera de 1942 Reisner falleció presuntamente sin ninguna razón; quedó totalmente paralizado y se desplomó en el piso de la cámara funeraria. Unos días más tarde, el egiptólogo Flinders Petrie, quien no solo estuvo presente en el hallazgo del sarcófago de Hetepheres, sino que además ayudó a sacar el cadáver de Reisner de la Pirámide de Keops, falleció en las mismas condiciones que su colega cuando se encontraban en Jerusalén en el viaje de regreso desde El Cairo. Nunca revelaron las causas de las misteriosas muertes de los dos investigadores, ¿habrá sido por las supuestas maldiciones alrededor de los sarcófagos que han marcado un hito en la arqueología?
Trastornos mentales en la Cámara Real de Keops
En la antigua cultura egipcia, la brujería era parte del día a día de sus ciudadanos ya que estaba presente en todos lados. Para ellos, aunque no supieran dominarla, nada en el universo podía ser concebido sin magia. El brujo y sacerdote por excelencia era el faraón, su condición de deidad le llenaba de poder mágico a él y a todo lo que tocaba. Por esta razón era de vital importancia que el faraón dominara a la perfección estas artes oscuras; hay indicios que señalan -y ninguno que lo desmienta- que los rituales de iniciación que se llevaban a cabo dentro de las pirámides (realizados por sacerdotes y magos) tenían lugar bajo la influencia de drogas y conjuros que “ayudaban” al faraón a elevar su espíritu.
Si tomamos en cuenta esto y le sumamos los ritos y hechizos funerarios que también se llevaban a cabo dentro de las pirámides para proteger los sarcófagos y ayudar a los muertos a “seguir vivos en el más allá”, no es de extrañar que situaciones difíciles de explicar ocurran alrededor de las personas que han permanecido cierto tiempo dentro de ellas. El teósofo y escritor Paul Brunton decidió comprobar él mismo si algo ocurría de verdad con las personas que permanecían un tiempo dentro de las pirámides, por lo que una noche se quedó en la cámara real de la pirámide de Keops. Después de unas horas, Brunton comenzó a darse cuenta de que no lograba pensar con claridad y las visiones lo comenzaron a invadir. Explicó en su libro A Search in Secret Egypt (1935) que se sintió rodeado de seres malévolos y diabólicos totalmente repulsivos y estaba totalmente paralizado. Cuando lo sacaron de la cámara a la mañana siguiente, Brunton se encontraba en un estado de completa apatía.
Se podría decir que al haber estado completamente solo dentro de la cámara real, Brunton pudo inventar todo aquello; sin embargo, hay muchos testigos que han presenciado casos que ocurrieron durante el día y a la vista de muchas personas. De hecho la gran mayoría de los guías turísticos confirman que esos ataques se producen con frecuencia...
¿Es posible que estos ataques se deban a los rituales y conjuros realizados entre los años 3150 y 31 a. C.? ¿Desafiarán las maldiciones escritas en las cámaras funerarias las leyes de la ciencia? ¿Fue ese el motivo por el cual el KGB disuadió a Jruschov de entrar en la pirámide de Keops?
¡Cuéntanos tu opinión!
Por Diana Carolina Fernandes | @dianacarolina_f | Culturizando
Con información de: ABC | History | David Collins. (2011) El libro negro de los enigmas históricos. Barcelona, España: Grupo Robin Book.