¿Realmente puede Estados Unidos defenderse de un ataque nuclear?
¿Realmente puede Estados Unidos defenderse de un ataque nuclear?
Es más que conocida la situación actual entre Estados Unidos y Corea del Norte, y parece que la posibilidad de una guerra nuclear está más cerca que nunca… Pero, ¿es capaz EE.UU de repeler un ataque? Aquí te lo contamos.
Es más que conocida la situación actual entre Estados Unidos y Corea del Norte, y parece que la posibilidad de una guerra nuclear está más cerca que nunca… Pero, ¿es capaz EE.UU de repeler un ataque? Aquí te lo contamos.
Aunque Corea del Norte actualmente parece no tener la capacidad de atacar con armas nucleares la capital de los Estados Unidos, la mera posibilidad de un ataque nuclear pone nerviosos a todas las personas del mundo. En el caso de que Corea del Norte decidiera atacar a los estados, ¿hay alguna forma de detener los misiles nucleares una vez que han sido disparados?
Recientemente, el Pentágono dio la noticia de que Corea del Norte llevó a cabo un lanzamiento de prueba de un misil nuclear intercontinental con alcance para llegar a Washington DC; un hecho que respalda la convicción de los surcoreanos acerca de su vecino, de que sí podría tener la capacidad de disparar un misil con un ojiva nuclear el año próximo.
Para estos casos, la idea de crear un escudo antimisiles jamás fue descabellado. Desde los primeros usos en 1959 del misil balístico intercontinental (ICBM), diseñado para entregar armas nucleares, los EE.UU. han estado trabajando en métodos que protegerían a las personas de este tipo de ataques.
Sin embargo, no se ha alcanzado la perfección en este artilugio; todavía este país ofrece solo un sistema, además de defectuoso; que dibuja un panorama nada alentador para los expertos. Si los Estados Unidos, dedica gran parte de su presupuesto para desarrollar armas y mantener su supremacía mundial en tecnología militar; ¿por qué les ha costado tanto perfeccionar su escudo antimisiles?
Los inicios…
Los primeros intentos en la construcción de un programa de defensa contra misiles nucleares se iniciaron una vez se inventaron los misiles intercontinentales, justamente en la década de 1950. Aunque la mayoría de esos proyectos se suspendieron en 1972, después de que EE. UU. y la Unión Soviética firmaran el Tratado de Misiles Antibalísticos, -que limitaba el número de misiles que cada lado podía retener-, durante los años siguientes se han propuesto varias ideas; algunas que rayan en los disparates, y otras algo extravagantes.
Podemos mencionar, la Operación Argus, un proyecto que pretendía crear nada más y nada menos que un cinturón de radiación protector sobre la Tierra; esto sería posible detonando un arma nuclear en la atmósfera… El otro fue el Proyecto Seesaw, que exploró el uso un ‘haz de partículas’ para destruir armas nucleares.
En la década de 1980, el presidente Ronald Reagan se mostró claramente incómodo con la posible destrucción del mundo, gracias a la batalla entre el capitalismo y el comunismo; así ejerció presión a la creación de una solución; La Iniciativa de Defensa Estratégica mejor conocida como el programa de ‘La Guerra de las Galaxias’, en el cual los láseres de energía nuclear colocados en el espacio destruirían las armas nucleares. El programa fue un fracaso monumental, en parte porque todo el concepto era demasiado ciencia ficción…
La Iniciativa de Defensa Estratégica mejor conocida como el proyecto de la 'Guerra de las Galaxias' fue un sistema propuesto en 1983 por el presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan, para utilizar sistemas basados en tierra y en el espacio, a fin de defender Estados Unidos contra un ataque nuclear con armas balísticas estratégicas (misiles balísticos intercontinentales y misiles balísticos lanzados desde submarinos).-
Entre desatinos…
Todos estos desatinos, ponen de manifiesto la inmensa dificultad que es poder interceptar un misil balístico intercontinental; ya que el factor tiempo, para lograr dar en el blanco, una vez disparado el misil es muy corto…
Laura Grego, astrofísica y experta en defensa antimisiles y seguridad espacial de la ‘Unión de Científicos Preocupados’ declaró que: “Si se lanza un misil, pasa 15 minutos viajando por el vacío del espacio; posteriormente, vuelve a entrar en la atmósfera antes de alcanzar su objetivo. La fase de lanzamiento dura de un minuto a unos pocos minutos, eso no deja mucho tiempo para que otro cohete intercepte y destruya un misil nuclear. Además, los rivales históricos de Estados Unidos, como Rusia y China, tienen grandes masas de tierra. Es probable que mantengan sus misiles tierra adentro, lo que significa que los interceptores basados en el mar no podrían alcanzar un misil durante su fase de lanzamiento”.
Lo que sostiene la Dra. Grego, quiere decir que para derribar un misil al principio de su vuelo requeriría “escanear” sobre posibles sitios de lanzamiento. Al principio, los militares propusieron colocar algunos aviones Boeing 747 con láseres y bombas en los cielos de Rusia y China; otra idea que es un poco disparatada si imaginamos cómo van a conservar en vuelo varios 747 esperando a que ocurra algo…
También existen otros problemas con el enfoque de la “fase de lanzamiento". Si el interceptor no golpea exactamente el lugar correcto de la amenaza, el misil podría caer en otro lugar. En la actualidad se está considerando el uso de vehículos aéreos no tripulados, pero todavía carecen de la potencia para destruir un misil.
Kim Jong-un es el secretario general norcoreano y presidente del Partido del Trabajo de Corea, y líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), conocida comúnmente como Corea del Norte. Actualmente se le considera una potencial amenaza contra el gobierno de los Estados Unidos. El 29 de marzo de 2013, declaró el «Estado de guerra» a Corea del Sur, aumentando las posibilidades de una guerra nuclear debido a que varios aviones bombarderos de Estados Unidos sobrevolaron la península de Corea.-
Posibilidades de éxito…
La segunda opción, y la más viable, es interceptar el misil durante su curso en el espacio. Una ventaja de este enfoque es que, dado que la mayoría de los enemigos de EE. UU. están al oeste del Pacífico, probablemente programarían sus misiles para tomar un camino por encima de los polos, lo que significa que un solo interceptor terrestre podría colocarse en Alaska y proteger a todo el país. Sin embargo, como era de esperarse tiene sus complicaciones.
Un misil entrante puede alcanzar una velocidad de 24.000 a 27.000 km / h, una rapidez que no admite errores; puesto que si fallas por una pulgada puedes perder por un kilómetro. Esto de acuerdo al análisis de Philip E. Coyle, asesor científico del Centro para el Control de Armas y la No Proliferación y exdirector de pruebas operacionales del Pentágono.
Otro problema que señala Coyle es la falta de resistencia del espacio, que dificulta la detección de un misil real o señuelo. Otra idea, es bloquear con pulsos electromagnéticos los componentes electrónicos de la ojiva nuclear, pero debido a la construcción robusta de estos aparatos, es improbable tener éxito con un método como este.
Luego de muchas vueltas, y de años de experiencia en la búsqueda del sistema antimisiles por excelencia, los militares estadounidenses desarrollaron un prototipo bajo la administración Clinton que tuvo éxito. Pero luego en el mandato de George W. Bush, los militares desarrollaron el arma desde un prototipo inicial para ponerlo en estado operativo. Según información del ejército de este país, desde entonces, se ha perdido el objetivo en 9 de 17 pruebas.
Entre 2010 y 2017, se ha perdido el objetivo en 3 de 4 pruebas. Sin embargo, a fines de mayo, el ejército de los EE. UU. anunció que había logrado una prueba exitosa del sistema de defensa antimisiles de medio curso.
Parte del trabajo que realizan actualmente los militares se basan en desarrollar infraestructura tecnológica adicional, como el radar en diferentes longitudes de onda y mejorar los satélites para detectar misiles, lo que se traduce en hacer un mejor trabajo de localización y visualización del objetivo; sin embargo hasta ahora nadie ha encontrado una forma de resolver el problema de los señuelos nucleares en el espacio, lo que evidentemente los coloca en desventaja ante una amenaza nuclear, haciendo cada vez más atractiva y económica la estrategia de la diplomacia y la búsqueda de la paz definitiva.
¿Cuál sería una alternativa ante este conflicto?
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Por Ed Vera | @vid1ka | Culturizando
Con información de: livescience | bbc |