Top 10: "Parafilias más extrañas"
Top 10: "Parafilias más extrañas"
Cuando hablamos de fetiches, parafilias o preferencias sexuales, el refrán “Hay de todo en la viña del Señor” no podría ser más acertado. Si pensabas saberlo todo acerca de gustos sexuales, te mostramos el Top 10: "Parafilias más extrañas". ¡Empecemos!
Cuando hablamos de fetiches, parafilias o preferencias sexuales, el refrán “Hay de todo en la viña del Señor” no podría ser más acertado. Si pensabas saberlo todo acerca de gustos sexuales, te mostramos el Top 10: "Parafilias más extrañas". ¡Empecemos!
La psiquis humana todavía guarda muchos misterios, y conocer a ciencia cierta el origen secular de estos gustos nos dibuja más garabatos que mapas certeros de lo que significa nuestra sexualidad. Quizás solo el arte puede alcanzar explicar esos mundos tan particulares, mostrando belleza en la penumbra de lo inexplorado, y algunos destellos de la complejidad de la psicología sexual.
Te presentamos a continuación las parafilias más extrañas y extremas. 10 prácticas que te cambiarán la forma de ver el sexo.
Es la atracción sexual por estatuas o maniquíes desnudos. Es una actividad en la que puede realizarse contacto sexual real. Además, de disfrutar con fantasías de encuentros sexuales con estatuas, muchos con estas inclinaciones tienen la pulsión de querer transformar a otra persona en estatua; incluso en países del norte de Europa, muchos buscan satisfacerse sexualmente en lugares públicos como plazas donde residen perfectas efigies.
Esta actividad podría considerarse hasta ecológica. Aquí la excitación surge de la atracción por árboles y plantas. Es típico que puedan ser utilizados como objetos sexuales... y muchas personas terminan utilizando para su placer vegetales y frutas como pepinos, zanahorias o una berenjena; en este sentido, el término “vegetarianismo” toma un significado completamente diferente… Incluso, las flores son muy usadas en esta práctica, y aunque podríamos pensar que muchas parejas en plan de romance utilizan una rosa para acariciar, el problema surge cuando la flor es más importante que la propia pareja, siendo este elemento el único catalizador para hallar gratificación sexual. Además, uno de los pasatiempos más placenteros para aquellos con dentrofilia es frotarse con árboles aprovechando en su corteza cualquier agujero o protuberancia para disfrutar de la naturaleza.
Aquí el patrón en el comportamiento sexual está relacionado con el calor de los rayos del sol. Sentir simplemente el calor de nuestra principal fuente de energía provoca que te excites. Ahora, podríamos entender un poco más a las personas que se tiran bajo el sol sin que les importe contraer algún cáncer de piel. Así que pónganse atentos si les gusta ir a la playa por otras razones que no sean las comunes…
Está relacionada con la excitación, el placer, búsqueda y alcance del orgasmo a través de los pinchazos con agujas. Aquí la persona podría tener fantasías con agujas, al igual que podría llevarlas a la realidad para pincharse con el mero objetivo de satisfacerse sexualmente. Sin duda que esto podría ser un problema -o todo lo contrario- para aquellos que necesiten realizarse un cotidiano examen de sangre perfil 20. Ni hablar de los amantes de los tatuajes.
Algunas personas no pueden resistirse a las lágrimas o al llanto. El solo acontecimiento de llorar puede desencadenar sensaciones en las que el placer sexual y el orgasmo se intensifican cuando se realiza algún tipo de humillación, donde la persona expuesta (pasiva) a este tipo de estímulos termina llorando. El stress emocional desatado es un detonante en el otro sujeto (activo) que observa. Incluso la actividad permite más de una persona; una práctica que está relacionada con el sadomasoquismo en el que interactúan factores de dominación puramente psicológicos. Los abusos verbales son frecuentes; asimismo, infligir dolor, pero con la evidente intención de hacer llorar.
La película Crash (1996), dirigida por el director David Cronenberg, retrata el mundo de esta parafilia. Aquí la excitación surge de presenciar accidentes de carros o incendios, incluso puede ser representado con la plena intención de buscar placer sexual. En ese film también se puede ver el gusto por miembros amputados, otro elemento que despliega todo un espiral de excitación y que lleva por nombre acrotomofilia. En muchos casos las personas minusválidas están a merced de la otra persona, pudiendo ser sometidas sin ninguna posibilidad de huida, un elemento que termina siendo muy estimulante para quienes experimenten estos terrenos.
Esta parafilia se refiere a la excitación por sentir insectos arrastrándose en los genitales. Cuando por lo general uno no soporta ver a dos metros de distancia a un insecto, los que disfrutan de la formicofilia son felices dejando que ellos repten por sus vergüenzas; incluso, gozan dejándolos entrar en sus orificios con la “inocencia” de poder tener un explosivo orgasmo. Son comunes el uso de ranas, anguilas, caracoles y las hormigas. ¿Recuerdas esa escena de Indiana Jones donde hay un pasadizo repleto de insectos? Bueno, para este tipo de personas ese lugar sería su santo grial.
Se conoce también como la “ducha romana”. Esta consiste en obtener excitación a partir del vómito. Puede ser a través de la observación, induciéndolo en otra persona o a sí mismo. Vomitar los genitales o en la boca de la otra persona puede ser un acto celestial para los que disfrutan de esta particular parafilia. Igualmente, es considerado como un factor erótico la secuencia de “espasmo, expulsión y alivio”, tres elementos que podríamos relacionar con el orgasmo; asimismo, es frecuente que el sonido característico al vomitar sea placentero para los emetofílicos.
Esta práctica definitivamente podría estar entre las más extremas. Por eso ocupa el segundo lugar. La coprofilia consiste en la excitación sexual producida por las heces. Aquí el festín se disfruta literalmente con oler, saborear, untarse o ver el acto de defecar como un medio de excitación sexual y placer; una actividad erótica que se puede practicar individual o colectivamente. Aunque es evidente, no podemos dejar de advertir que los que practican la coprofagia (ingerir heces), puede afectar gravemente la salud debido a los riesgos de contraer enfermedades como la hepatitis A o la neumonía… ¡Todo un deporte extremo!
En el sitial de honor, no podemos dejar a un lado a la necrofilia, la atracción sexual por los cadáveres. Como es conocido en nuestra sociedad, el acto sexual con fallecidos es considerado como algo inaceptable, por el hecho de que la persona no habría consentido ese acto cuando estaba viva. Como es obvio, un hombre no puede tener una erección después de muerto, por lo que esta práctica ha sido más común en hombres que en mujeres. Solo el hecho de pensar en buscar placer en estas lides desafía nuestros principios morales, lo que hace instantáneo un gesto de negación ante tan solo tener un mal pensamiento con un muerto. Estas cuestiones acerca de la vida, la muerte, el respeto post mortem, la insalubridad y la transgresión, colocan a la necrofilia como la oveja negra de las parafilias sexuales.
Difícil creer que existan maneras tan extremas para darse placer sexual. Si quedaste indiferente ante estas prácticas puedes compartir con nosotros cuáles consideras que podrían estar en esta lista...
¿Te animas?
Por Ed Vera | @vid1ka | Culturizando
Con información de: apoyopsicologico |