El mundo Godínez resumido en una taza

El dueño de esta taza dice que la recibió como un regalo, seguro de alguien que lo conoce bien porque así como es bueno para los albures, también le gustan los cómics y todo lo relacionado a estas historias.

La dueña de esta bonita taza no es precisamente hipster, aunque esa onda del peltre haga que lo parezca. La ventaja que tiene sobre todas las tazas es que no tan fácil te la roban porque se calienta con facilidad.

Aunque no lo crean, esta taza es de una señorita... editora de deportes, así ya tiene más sentido, ¿cierto? La poseedora de esta taza nunca duda en hablar de sus Águilas del América y muestra con orgullo su fanatismo cada que puede. ¿Quién hace eso en su oficina?

Aquí tenemos el recipiente para beber café de un compañero que no está interesado en cuidar el medioambiente... o a quien simplemente no le interesa tener que estar lavando una taza diario.

Desconozco si la persona que bebe de esta taza sea muy fan de Star Wars o le salió en algún paquete infantil.

Todos hemos recibido una taza y la hemos usado como lapicero, esta persona compró una para poner sus cosas. ¿Así o más claro el mensaje?

¡Ah, qué bonita artesanía! Una compañera pensó que la cerámica de las tazas de todos es demasiado aburrida, así que le robó un jarrito a su abuela.

Parece una taza aburrida, pero mientras su dueña va bebiendo aparece ¡un cráneo!

La dueña de esta taza no ama a los animales aunque parezca que sí. Es un pequeño recipiente de los saldos de H&M para un niño zurdo. <3

La dueña de esta taza patina, escucha punk y parece muy ruda pero cuando la vimos poner esto sobre su escritorio nos hizo recordar el dicho "caras vemos, corazones no sabemos".

Su dueño considera que esto es el clásico regalo que manda un cliente y que usas porque lo encuentras en tu escritorio. Muy práctico el muchacho.

Puede que nunca hayas ido a, por ejemplo, Nueva York pero un amigo que fue se acordó de tu nivel Godínez y te trajo este recuerdito. Es mía y ni yo, ni mi papá (quien fue al que se la regalaron originalmente) jamás hemos viajado a dicha ciudad.