6 fascinantes últimas palabras
6 fascinantes últimas palabras
6 fascinantes frases dichas por personas en sus últimos momentos de vida.
6 fascinantes frases dichas por personas en sus últimos momentos de vida.
"No te atrevas a pedirle a Dios que me ayude".
Joan Crawford, considerada como una de las actrices de cine más espectaculares de su época, contrajo cáncer a sus 70 años. Había estado postrada en la cama durante años y se negaba a buscar atención médica. En mayo de 1977, las dos enfermeras que cuidaron de ella en su último día, al darse cuenta de que Crawford ya estaba muriendo, ofrecieron una oración junto a su cama. La estrella de cine las vio rezar y pronunció: "No se atrevan a pedirle a Dios que me ayude", y luego suspiró.
"Les pido que sean testigos que cumplo mi destino como un valiente".
La muerte del comandante John Andre fue uno de los momentos más significativos de la Revolución estadounidense. Fue condenado a muerte ante el tribunal judicial de América después de que se comprobara que era un espía británico. En un relato de la revolución escrito por James Thatcher, recuerda que, en el momento antes de ser ahorcado, se le dio a Andre la oportunidad de pronunciar sus últimas palabras ante sus semejantes. Como respuesta, pronunció: "Les pido que sean testigos que cumplo mi destino como un valiente" mientras levantaba el pañuelo blanco atado alrededor de su cabeza para cubrir sus ojos.
"¡Hola amigos! ¿Qué tal esto para un titular en el periódico de mañana? ¡Papas fritas!".
Estas fueron las últimas palabras de James Donald French, condenado a la silla eléctrica el 10 de agosto de 1966 en los Estados Unidos por asesinar a uno de sus compañeros de celda. Fue el último prisionero en morir bajo esta modalidad en Oklahoma. Pronunció estas palabras frente a los miembros de la prensa, momentos antes de su ejecución.
"No, ciertamente no puedes".
Estas fueron las últimas palabras del difunto presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, en respuesta a la declaración de su querida amiga momentos antes de su muerte. La esposa del entonces gobernador John Connelly, comentó: "Ciertamente no puede decir que la gente de Dallas no le ha dado una agradable bienvenida, señor presidente". John F. Kennedy regresó con su respuesta y minutos después fue asesinado.
"¿Oyes la lluvia? ¿Oyes la lluvia?".
La piloto de 7 años, Jessica Dubroff, pronunció estas últimas palabras por teléfono a su madre mientras manejaba su propio avión de un solo motor en algún lugar de Cheyenne, Wyoming, Estados Unidos. Segundos después de despegar, el avión sufrió un colapso del motor y se estrelló. En esa fatídica mañana del 11 de abril de 1996, la joven piloto, su padre Dubroff y su instructor murieron a bordo.
"Dejo una ciudad de mármol, aunque me la encontré de ladrillo".
No cabe duda de que una personalidad como Augusto, que fue tan complicada, tan querida, tan cambiante y tan crucial para la historia de Roma y del mundo, tenía que tener unas últimas palabras a la altura de las circunstancias.
Las últimas palabras que pronunció en público hacen referencia a la reconstrucción total y mejora que sometió a la capital romana, perfeccionando sus construcciones públicas y servicios en todos los aspectos, embelleciéndola además.