Los 10 importantes momentos de «Winterfell» el primer episodio de la última temporada de ‘Game of Thrones’
Los 10 importantes momentos de «Winterfell» el primer episodio de la última temporada de ‘Game of Thrones’
Tras dos años de eterna espera, ‘Game of Thrones’ regresa con todo lo que la caracteriza. «Winterfell», la primera entrega de la última temporada, estuvo cargada de momentos de nostalgia, contrastes y un inesperado toque de comedia, que los aficionados no tardaron en comentar a través de las redes sociales.
Tras dos años de eterna espera, ‘Game of Thrones’ regresa con todo lo que la caracteriza. «Winterfell», la primera entrega de la última temporada, estuvo cargada de momentos de nostalgia, contrastes y un inesperado toque de comedia, que los aficionados no tardaron en comentar a través de las redes sociales.
«Winterfell» bien podría ser recordado como el episodio de los reencuentros, donde volvimos a ver, después de mucho tiempo, tanto a nuestros personajes favoritos como a los más odiados, reuniéndose por primera vez tras años de trama de por medio.
¿Por qué comenzar la temporada final con un aire tan conmovedor? Quizás la idea de David Benioff y D. B. Weiss es recordarnos el cariño que les hemos tomado a estos personajes, antes de que cualquiera de ellos sea asesinado en los episodios siguientes.
La introducción
Desde el primer segundo, nos percatamos de una nueva introducción, fresca y renovada con respecto a la última actualización. La presencia del muro derrumbado, las criptas y mensajes ocultos en los anillos, evidencian tanto lo que ha ocurrido en el transcurso de la serie hasta el momento, como posibles pistas de lo que puede suceder en los 6 episodios que conforman esta temporada.
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El muro
Al igual que ha ocurrido en temporadas anteriores de la serie, el primer episodio comienza justo donde culminó el anterior, presentándonos una línea cronológica bastante precisa con respecto a la posición actual de los caminantes blancos.
La llegada de Jon y Daenerys a Winterfell
Confirmando las teorías de los fanáticos, la llegada de Daenerys al norte no fue tan complaciente como quizás ella lo esperaba. En medio de la escena, Jon manifiesta que los norteños suelen ser desconfiados con la gente que no pertenece a su territorio.
Tal y como ocurrirá durante todo el episodio, la carga emocional de las escenas va acompañada con una directa relación a lo ocurrido en temporadas previas, y ello se ve evidenciado tanto en la trama como en la música que suena de fondo.
Del mismo modo, el niño a quien observamos curiosamente, esquivando a los adultos y subiendo a las partes altas de la fortaleza para ver a los recién llegados, no es más que un reflejo de la primera temporada, cuando Arya y Bran hacen exactamente lo mismo ante la llegada del rey Robert, cuando este se disponía a pedirle a Ned Stark que se convirtiese en Mano del Rey.
La espiral de los caminantes blancos
A pesar de que no se conoce con exactitud el significado tras este curioso símbolo, no se trata de la primera vez que nos topamos con él.
Tanto en la tercera temporada, como en la quinta y la séptima, la espiral ha estado presente en reiteradas oportunidades, ofreciéndonos una visión clara de que los caminantes blancos siempre han sido el conflicto más importante de la serie.
El reencuentro de Arya y Jon
Indudablemente, el instante mejor logrado y más enternecedor del episodio fue el reencuentro entre estos hermanos de crianza.
Al igual que al inicio, las imágenes que conformaron esta escena corresponden a una referencia a la despedida de Arya y Jon, cuando estos se iban para King’s Landing y a la Guardia Nocturna, respectivamente.
Uno de los momentos más criticados de la primera entrega de esta temporada apuntó a la escena donde Daenerys invita a Jon a volar sus dragones a lo largo y ancho de Winterfell.
Si bien algunos fanáticos se sorprendieron por la ligera inclusión de comedia en los diálogos de estos personajes, es importante señalar que ninguno de ellos había sido feliz desde hace muchos años, y que su unión es quizás lo único que los distingue entre los conflictos por venir.
Ahora, lo importante. Aunque muchos lo hayan considerado predecible, el dragón sobre el que Jon Snow vuela es Rhaegal, llamado así en honor a Rhaegar Targaryen, hermano mayor de Daenerys y padre biológico de Jon, cuyo verdadero nombre es Aegon de la casa Targaryen.
Esta es quizás una de las referencias más notorias. El diálogo de Daenerys nos recuerda al primer amor de Jon, Ygritte, cuando tras hacer el amor en una cueva más allá del muro, le expresa que podrían quedarse en esa cueva para siempre.
El momento mejor actuado de la serie se lo lleva, irrevocablemente, John Bradley-West en el personaje de Sam Tarly.
Esta escena, desde la concepción del guion, permite a Daenerys comunicarle a Sam que ella fue la encargada de ejecutar a sus familiares sin pronunciar exactamente esas palabras.
Adicionalmente, fue este personaje quien cargó con el mayor peso del episodio. No solo percibió que Daenerys no era apta para el trono una vez que supo la verdad que ocultaba el pasado de Jon, sino que decidió afrontarse ante esta realidad y ser el emisario entre Jon y su destino, siendo el primero en afirmarle a Jon que, en efecto, es el legítimo heredero de los 7 reinos.
Otro de los reencuentros más esperados por la audiencia, era sin duda alguna el de Arya Stark con Gendry. A pesar de que ambos han pasado por mucho y no son los mismos niños que se conocieron en King’s Landing, el hijo de Robert Baratheon conservó su sentido del humor.
Citando casi textualmente los diálogos del 2x02 de la serie, Gendry llama a Arya “Lady Stark”, y tras ella decirle que no debe llamarla de ese modo, él le responde: “Como lo desee, mi lady”.
“Esperando por un viejo amigo” - Bran Stark
Es imposible hablar de los reencuentros de este episodio sin mencionar al más importante de todos: el de Bran Stark con Jaime Lannister.
En el primer episodio de la primera temporada, vimos cómo el joven lord sorprendió a los hermanos Lannister mientras mantenían relaciones en la parte más alta de una torre de Winterfell. En respuesta de esto, Jaime empujó al niño por la ventana, dejándolo paralítico, pero sin saber que con ello desarrollaría un don más que especial.
La actuación de Nikolaj Coster-Waldau fue indiscutiblemente impactante, aunque precisa, nos transmitió el nivel de incredulidad que le significaba ver vivo a un niño, cuya existencia probablemente ni siquiera recordaba.
Por: Gabriela Herrera | @gavahema | Culturizando
Con información de: Business Insider | The Verge | Polygon