Popotes ecológicos
Popotes ecológicos
Empresas ofrecen alternativas amigables con el ambiente para sustituir los productos de plástico, que pueden contaminar el mar por 100 años.
Empresas ofrecen alternativas amigables con el ambiente para sustituir los productos de plástico, que pueden contaminar el mar por 100 años.

El uso del popote es cuestionado a nivel mundial debido a su impacto al medio ambiente y a la fauna marina.
La vida útil de uno de estos productos de plástico se limita a 20 minutos, en promedio, pero al llegar al mar pueden contaminarlo por más de 100 años, advierte la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Además, 99 por ciento de las aves marinas han ingerido algún tipo de plástico, remarca la dependencia.
Para atender a los usuarios que aún desean utilizar este utensilio, empresas desarrollan alternativas ecológicas.
La empresa Bamboorganic comercializa popotes de agave, cuya vida útil es de hasta 60 minutos, apunta en su sitio web.
Estos productos son elaborados con celulosa natural y una cubierta de resina natural, por lo que son completamente biodegradables.
Su proceso de biodegradación toma 15 días en composta o en basurero, afirma.
En contraste, uno de plástico puede tardar más de 350 años en degradarse.
La firma Biofase ofrece un popote elaborado a partir de aguacate.
El utensilio se fabrica con resinas de bioplástico hechas con semillas del fruto, un residuo agroindustrial, detalla la compañía.
En el mundo, 80 por ciento de los bioplásticos se crean con cultivos como maíz y papa, pero los de la empresa mexicana aprovechan un desecho de las cadenas de producción.
Los popotes son resistentes tanto a la comida caliente como a la fría.
Final Straw es el primer popote plegable y reutilizable desarrollado por la compañía homónima estadounidense.
El artículo está elaborado con silicón y acero, por lo que puede resistir temperaturas por encima de los 100 grados Celsius, y su vita útil se estima en 16 años.
Cada popote se vende con un estuche de plástico reciclado, tan pequeño como para caber en un bolsillo, un limpiador de silicona para lavar el producto y un escurridor para secarlo.
Los creadores de Final Straw recabaron 1.8 millones de dólares en Kickstarter para poder llevar a cabo su proyecto, que promete contribuir a evitar que para 2050 haya más plástico en los océanos que peces, según ONU Medio Ambiente.
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Edición: Tonatiúh Rubín
@reformaverde