El tarot, el método de adivinación medieval

El tarot es una baraja de cartas que se utiliza para consultar o interpretar hechos del pasado, presente o futuro.

Se originó en el siglo XIV.

Es una lectura que realiza un intérprete de ciertas cartas seleccionadas al azar y que según la posición y la carta dan ciertos mensajes.

La baraja está compuesta por 78 cartas que se dividen en arcanos menores y mayores.

Los arcanos mayores son 22 y se conocen como ‘triunfos’, que quiere decir que están por encima de todo.

Los arcanos menores son 56 cartas y se dividen en personajes de espadas, copas, bastos y oros.

Ocultistas como Eliphas Levi han buscado demostrar que el tarot, la cábala y el simbolismo egipcio están conectados.

Desde comienzos de siglo XIX el tarot fue asociado con el misticismo y la magia.

Fueron los ocultistas quienes comenzaron la utilizarlos como herramienta de adivinación.

Existen al menos cinco tipo de ‘tiradas’ (forma en la que se reparten las cartas), entre ellas La Cruz Mágica y El Árbol de la Vida.

Muchos artistas se han atrevido a diseñar sus propias cartas, uno de los más conocidos es Leonardo Da Vinci, que aunque solo quedaron en bocetos, fueron rescatados por investigadores y las barajas se materializaron. 

Hay quienes realizan una interpretación numérica de acuerdo al significado de los números de las cartas.

Existen muchas páginas webs que simulan las tiradas y realizan la interpretación de las cartas seleccionadas.

Aunque se trata de una práctica sin fundamento concreto, ha perdurado en el tiempo como un método de adivinanza que se extendió desde Europa a todo el mundo.