La terrible historia de los zoológicos humanos, el racismo convertido en entretenimiento (+ fotos)
La terrible historia de los zoológicos humanos, el racismo convertido en entretenimiento (+ fotos)
Hacinados en jaulas, exhibidos sin ningún tipo de respeto y obligados a vivir en condiciones infrahumanas, miles de personas sufrieron bajo el ojo público tras la popularización de unos supuestos “zoológicos” que prometían un intercambio cultural entre “humanos exóticos” y los miembros más favorecidos de la comunidad europea. ¿Qué hacían los zoológicos humanos? ¿Qué mostraban? Aquí te contamos todo.
Hacinados en jaulas, exhibidos sin ningún tipo de respeto y obligados a vivir en condiciones infrahumanas, miles de personas sufrieron bajo el ojo público tras la popularización de unos supuestos “zoológicos” que prometían un intercambio cultural entre “humanos exóticos” y los miembros más favorecidos de la comunidad europea. ¿Qué hacían los zoológicos humanos? ¿Qué mostraban? Aquí te contamos todo.
Zoológicos humanos, una trágica marca en la historia
A finales del siglo XIX, una ola de recintos que prometían “entretenimiento y aprendizaje”, se apoderó de las calles de Europa. Tal como un zoológico de animales, los humanos eran encerrados y mostrados al público como “especímenes exóticos”.
Raptados de África, Australia e incluso algunos países de Suramérica, todas las víctimas de los recintos debían representar un papel y entretener al público según los mandatos de los dueños.
¿Cuál era el propósito? El supuesto propósito era mostrarle a Europa cómo vivían las comunidades de otros países, sin embargo, la práctica estaba llena de tortura, hacinamiento, humillación y discriminación.
El supuesto propósito de los “zoológicos de humanos”, era mostrarle al público las diferencias entre las diferentes nacionalidades, pero lo que hacía en realidad era fomentar el racismo, la discriminación y la exclusión.
Las personas que eran expuestas tal como en un espectáculo circense, vivían bajo la tutela de los dueños de los establecimientos. Eran obligados a permanecer encerrados en los “hábitats” que diseñaban para ellos y forzados a vestir como se les exigía. Algunos llevaban muy poca ropa, mientras otros tenían que lucir enormes accesorios, todo según la visión de los dueños.
Toda la puesta en escena era un completo montaje. Dependiendo de la nacionalidad, tenían que actuar de manera específica, por ejemplo: los australianos debían ser caníbales, los africanos debían ser similares al hombre primitivo, los indígenas debían simular ser hechiceros, etc.
Eran separados por nacionalidad y catalogados como “raros especímenes”; también usaban como parte del show personas con algún tipo de discapacidad física o con alguna condición especial.
Los albinos, los enanos, los jorobados y las personas con microcefalia e hidrocefalia eran los más buscados, las exposiciones solían centrarse en ellos.
Los grupos de personas estaban separados en jaulas –tal como los zoológicos- y eran forzados a dar una especie de show en el que mostraran continuamente un comportamiento “extraño y exótico”.
Había lugares específicos diseñados al estilo “granja de contacto”, en el que los niños más pequeños de cada grupo, eran expuestos para que los visitantes pudieran tener un contacto más cercano e incluso tocarlos.
Uno de los zoológicos más famosos se encontraba en Bélgica, donde exhibían personas provenientes del Congo. Tenía un total 589 personas de los cuales 273 eran hombres, 128 mujeres, y 197 niños. La gran mayoría eran esclavos, raptados o secuestrados en viajes de exploración.
Los visitantes de los zoológicos eran personas de la alta sociedad, las entradas para estos recintos de tortura y racismo eran bastante costosas, pero las víctimas no recibían ni un centavo. Eran hacinados en jaulas y obligados a permanecer en los supuestos hábitats día y noche.
Su alimentación y su higiene personal dependían exclusivamente del papel que debían ejercer frente al público. Si representaban personas primitivas, eran bañados en tierra y comían restos de animales. Si representaban caníbales, comían carne cruda y estaban completamente llenos de sangre.
Las mujeres y los niños eran la atracción principal, teniendo contacto más directo con el público. La única manera de obtener comida extra, era de la mano de los visitantes. Los hombres generalmente los ubicaban lejos del público pues eran los que podían defenderse más fácilmente ante los gritos y ataques de la audiencia.
En la foto se presenta a "Ota Benga", um miembro de la étnia africana twa que fue capturado para formar parte de las instalaciones de las atracciones del zoológico del Bronx (Estados Unidos) en 1906. Se presentaba junto a "Dohong" un bebé chimpancé que formaba parte del show. (Foto del servicio de noticias Bain).
Cada grupo era responsable de sus "hábitats" , que eran diseñados bajo la constante observación de los dueños del Zoológico. Las comodidades no estaban permitidas, mientras más primitivo se viera el set, más impacto causaría en los visitantes, por lo tanto sería más "exitosa" la muestra. (Foto World's Columbian Exposition en Chicago, Illinois).
Por Mary Villarroel Sneshko | @Vivodesorpresas | Culturizando
Con información de | DailyMail | TheGuardian