Katharina Schratt, la amante oficial del emperador
Katharina Schratt, la amante oficial del emperador
Una amante aceptada por la emperatriz, conoce la historia de Katharina Schartt.
Una amante aceptada por la emperatriz, conoce la historia de Katharina Schartt.
Los matrimonios arreglados de la realeza muchas veces tuvieron como consecuencia la aparición y posterior aceptación de los amantes. Esto como una manera de conseguir amor o pasión en una persona en la que ellos eligieran, sin necesidad de romper con los protocolos y reglas que se les establecían a los monarcas.
Una de las que no solo aceptó sino que buscó una amante para su marido fue la emperatriz Elisabeth de Baviera. Cansada de su matrimonio con Francisco José I y de la presión de la corte real, buscó a una actriz de teatro para que se convirtiera en la amante de su esposo y ella así poder liberarse de muchas presiones. Consideró a Katharina Schratt como la indicada porque según ella se trataba de una mujer sin clase que no le haría sombra a su papel de esposa y emperatriz.
Katharina Schratt era una austríaca que desde muy pequeña se interesó por el mundo artístico y que poco a poco fue calando en los escenarios de los teatros más importantes de la época. Sus primeros años como actriz profesional los pasó viajando por Alemania, Estados Unidos y Austria.
En 1879 se casó con un aristócrata llamado Nikolás Kiss y de este matrimonio nació Anton, su primer hijo. Pero la pareja se separó al poco tiempo y ella continuó con su carrera de actriz.
En 1883, Katharina se presentaba en el teatro de la corte de Austria, el Burgtheater. Luego de la obra, ella junto con el resto de los actores fueron presentados a la pareja imperial. Francisco José tenía 53 años y ella 30 pero tuvieron química desde el primer momento. Dos años más tarde, Katharina fue invitada a actuar ante la pareja real en un evento privado y allí pudo compartir de forma más cercana con la emperatriz Elisabeth.
Francisco José nunca ocultó su relación con Katharina ante su esposa y esto le resultaba perfecto a ella porque le permitía viajar y dedicarse a su vida como mujer libre. Además, de todas las amantes que había tenido el emperador era la que más le gustaba a Elisabeth porque sentía que ella podía mantenerlo suficientemente ocupado.
Incluso la emperatriz ordenó que se le realizara un retrato a Katharina y se mantuvo en el taller mientras el artista la pintaba.
Por muchos años Francisco José y Katharina mantuvieron su relación alejada del ojo público. Incluso muchos pensaban que ella era amiga íntima de la emperatriz y que por eso frecuentaba el palacio. Pero luego de la muerte de Elisabeth no pudo utilizar aquel argumento y la familia real no aceptaba dicha relación.
Poco a poco se fueron alejando y muy poco se supo de ella tras la muerte de la emperatriz. Luego de que murió Francisco José, se corrió el rumor de que él se había casado secretamente con Katharina pero nunca se pudo confirmar.
Katharina falleció finalmente en Viena el 17 de abril de 1940 a los 87 años.
Titi González Méndez | Culturizando
Con información de mujeresenlahistoria | masmasculino.com