Ernst Hess, el judío que Hitler cuidó y traicionó en la Alemania nazi
Ernst Hess, el judío que Hitler cuidó y traicionó en la Alemania nazi
Si algo conocemos de Adolf Hitler, es que fue el artífice del exterminio más grande de judíos, millones fueron asesinados en campos de concentración. Sin embargo, Hitler llegó a hacer una excepción, de esta forma, ayudó a este judío a sobrevivir en una Alemania antisemita.
Si algo conocemos de Adolf Hitler, es que fue el artífice del exterminio más grande de judíos, millones fueron asesinados en campos de concentración. Sin embargo, Hitler llegó a hacer una excepción, de esta forma, ayudó a este judío a sobrevivir en una Alemania antisemita.
La historia cuenta muchas cosas sobre Hitler, tantas que algunos hechos quedan escondidos convirtiéndose en secretos de la vida del Führer, en este caso, te contamos acerca de un judío que Hitler fue capaz de brindar protección en un país donde pertenecer a esa religión significaba la muerte.
Compañeros de guerra
Ernst Hess fue compañero de lucha de Hitler durante la Primera Guerra Mundial, donde pelearon juntos en el batallón de infantería. Hess fue condecorado con la Orden del Mérito Militar de Baviera y –al igual que Hitler- recibió la Cruz de Hierro.
Ya terminada la guerra, Hess se desempeñó como juez en los tribunales de Düsseldorf, Alemania; aunque abandonaría su puesto luego de ser golpeado frente a su casa por miembros de la SS, mudándose a Italia, y desde allí, le escribiría una carta a Hitler.
Hess contactaría a Hitler para pedirle protección, contándole que él había sido su compañero de guerra y además no era completamente judío, pues según él se había convertido en protestante, por lo que según las leyes, no debía acudir al campo de concentración ya que era ‘semijudío’.
Hitler rechazó la solicitud, sin embargo, el Führer le pidió a Heinrich Himmler, jefe de la SS, dejar en paz por completo a Hess. Además, Hitler mandó a proveerle la pensión a Hess directamente a Italia, ya no debía llamarse ‘Israel’ -el cual era el nombre dado a todos los judíos- y por último, se le otorgó un nuevo pasaporte que no tenía la ‘J’ en rojo que identificaba a los judíos, todo en 1939.
Pero la protección sería temporal
Luego de un pacto entre Hitler y Benito Mussolini –presidente de Italia- los cancilleres de ambos países intercedieron por Hess permitiéndole regresar a Alemania sin ningún riesgo, por lo que Hess se asentaría en un pueblo bávaro.
Sin embargo, este ‘lujo’ se acabaría. En 1941 Hess fue citado por la oficina de arianización de Hitler, en donde expuso que él tenía la protección de Hitler, estos confirmaron que aquella orden había sido revocada y por lo tanto, era un judío como cualquier otro.
De inmediato Hess fue enviado a un campo de concentración cerca de Múnich, allí sería obligado a hacer trabajos forzados y llevar un trato cruel como el resto de los judíos que estaban apresados.
Hess no formaría parte de los millones de judíos asesinados, gracias a su esposa quien sí pertenecía por completo a la religión protestante, pero su hermana Bertha no tuvo la misma ‘suerte’ ella fue asesinada en Auschwitz después de intentar explicar que ella y su familia contaban con protección de Hitler.
Hess se retiraría de su profesión de juez y trabajó en los ferrocarriles de Alemania, llegando a ser nombrado Autoridad Federal Alemana de Frankfurt. Vivió 93 años, muchos de ellos contando una historia que parecía imposible.
Este hecho fue contado por Úrsula, la hija de Hess, en una entrevista al periódico Jewish Voice from Germany, que había hallado indicios de esta historia en los documentos de la Gestapo de Düsseldorf. Úrsula, con 80 años, relataría lo mismo que su padre le había contado por años, cómo fue protegido y traicionado por Adolf Hitler.
Por Juan Bacallado | @9jmbg9 | Culturizando
Con información de: BBC | ABC