Cuando cantamos en la ducha nuestra voz se oye mejor. Conoce por qué
Cuando cantamos en la ducha nuestra voz se oye mejor. Conoce por qué
Quien no cantó en la ducha es porque nunca se ha bañado, además, parece que dentro de ella nuestra voz se escucha como si realmente fuéramos cantantes. Los científicos explican la razón de las buenas canciones en la ducha.
Quien no cantó en la ducha es porque nunca se ha bañado, además, parece que dentro de ella nuestra voz se escucha como si realmente fuéramos cantantes. Los científicos explican la razón de las buenas canciones en la ducha.
Ya sea para entretenernos mientras nos lavamos o para liberar el estrés, cantar es bastante común y hasta beneficioso, igualmente, escuchamos mejor nuestra voz, pero, ¿cómo la ducha logra mejorar los sonidos? Aquí está la respuesta.
Prácticamente todas las duchas tienen el mismo diseño, tres paredes y una puerta que forman un cuadrado a nuestro alrededor, y pues, eso es lo que provoca una mejor entonación.
Cuando cantamos en la ducha, nuestra voz no se dispersa y se pierde, en cambio, las ondas sonoras llegan a las paredes cercanas, que al estar hechas de cerámica y no tener irregularidades, genera un efecto de rebote en las ondas, haciéndonos percibir un sonido más grave y potente.
La concentración del sonido en la ducha provocada por el rebote de las ondas sonoras, hace que el sonido de las
notas bajas aumente, asimismo, las ondas se mantienen durante más tiempo en el aire, logrando un sonido mucho más óptimo.
En pocas palabras, la ducha funciona como una cavidad de resonancia, ya que permite la reflexión del sonido en sus paredes y por consiguiente incrementa las notas bajas y hace perdurar el sonido por más tiempo, lo que se traduce en una cualidad fónica, es decir, un mejor canto.
Beneficios de cantar en la ducha
Y es que además de hacernos sentir buenos cantantes, cantar en la ducha tiene sus beneficios, ya sea por la mañana antes de empezar la rutina o en la noche para terminarla, cantar es un alivio para el cuerpo.
Cuando cantamos, el cerebro libera las hormonas del placer (endorfinas y oxitocina), que a su vez disminuyen el estrés y las tensiones. El corazón también se ve beneficiado, ya que el ritmo cardíaco disminuye, la presión arterial se regula y llega suficiente oxígeno a la sangre.
Por Juan Bacallado | @9jmbg9 | Culturizando
Con información de: Omicrono | El Economista | OK Diario