El amante de María Antonieta, un amor prohibido y lleno de pasión
El amante de María Antonieta, un amor prohibido y lleno de pasión
Una reina frustrada por su matrimonio y sumergida en una constante depresión por no sentirse “suficientemente buena”, vuelve a la vida gracias a un misterioso caballero que conoció en una fiesta de disfraces. Juntos comenzarán una travesía que duraría hasta el final de sus días. ¿Quién fue el amante de María Antonieta? ¿Cómo lograron mantenerlo en secreto? ¿Se enamoraron? Aquí te contamos todo.
Una reina frustrada por su matrimonio y sumergida en una constante depresión por no sentirse “suficientemente buena”, vuelve a la vida gracias a un misterioso caballero que conoció en una fiesta de disfraces. Juntos comenzarán una travesía que duraría hasta el final de sus días. ¿Quién fue el amante de María Antonieta? ¿Cómo lograron mantenerlo en secreto? ¿Se enamoraron? Aquí te contamos todo.
María Antonieta era conocida por ser amante de las fiestas, los excesos, los lujos y todo lo que conlleva una celebración. Su esposo era todo lo contrario, por lo que ella asistía sola a casi todas las reuniones sociales. Fue el caso de una fiesta de disfraces organizada por la Royal Opera House en Versalles en 1774.
La única condición era llevar una máscara, con el propósito de ocultar su identidad y ser tan libres como quisieran. El concepto le fascinaba a María Antonieta, puesto que solía rebelarse ante el yugo de la monarquía con su comportamiento despreocupado y fiestero. En esa noche, un enmascarado particular robó su atención.
Axel von Fersen era un joven soldado, muy apuesto y educado, que venía de Suecia. La conexión fue instantánea. Desde ese momento, comenzó una relación clandestina entre la reina de Francia y el soldado sueco.
Von Fersen debía viajar constantemente para cumplir con su servicio diplomático. Recorrió toda Europa buscando mejorar su educación y convertirse en un hombre de alta sociedad. Su encanto sencillo y sus buenos modales lo convirtieron en una de las compañías más solicitadas de la sociedad parisina.
María Antonieta estaba encantada. Ya con 4 años de casada, seguía sin tener interacción sexual con su esposo –debido a una terrible fimosis** que sufría el rey-. Frustrada y aburrida, Von Fersen se convirtió en su distracción. Le decía “mi viejo y amado amigo” frente al público y en sus cartas privadas, ambos se profesaban el más profundo y sincero de los amores.
Von Fersen se refería a ella como “la princesa más amable y hermosa”. Ambos, sabiendo que su romance era prohibido, desarrollaron códigos que solo ellos entendían. Las cartas estaban escritas en diferentes niveles y habían mensajes que solo se podían leer a contraluz o pasando un lápiz de grafito por encima.
**Fimosis: Condición física en la que el orificio del prepucio es demasiado estrecho para dejar salir al glande, por lo que las erecciones resultan extremadamente dolorosas.
Terminaré esta carta, pero no sin antes decirte, mi querido y gentil amigo, que te amo locamente y que nunca hay un momento en el que no te adore”.
María Antonietta
La carta la escribió el 4 de enero de 1782, solía terminar sus escritos hacia Von Fersen con "I love you madly": te amo locamente.
Un amor prohibido pero estimulante
Para nadie era un secreto que el matrimonio de María Antonieta con Luis XVI era un rotundo fracaso. Un rey introvertido y poco agradable no llenaba las expectativas de la reina simpática y extremadamente sociable. La presión que sentía la pareja por generar herederos perturbaba enormemente a la reina, quien se fue consumiendo por la angustia y la desesperación.
Su esposo parecía no importarle nada. La reputación de María Antonieta se fue deteriorando y dudaban de su capacidad para reinar puesto que en 4 años de matrimonio, no había dado ningún heredero. Sumergida en sus tormentos, Von Fersen resultó ser una distracción maravillosa. No solamente la hacía sentir querida y admirada, sino deseada, que era lo que más le hacía falta.
Von Fersen
La reina me trata con gran amabilidad. Cuando jugamos cartas y le hago mis trucos, me mira completamente anonadada y sorprendida. Alguien le comentó sobre mi uniforme sueco, me dijo que quería verme en él. Lo usaré el jueves, pero no para la corte sino para el apartamento de la reina. Ella es la princesa más amable que conozco.
Ambos se enamoraron, pero sabían que era completamente imposible. En una carta a su hermana Sofía Piber, Von Fersen declaró que el matrimonio no era para él, puesto que el destino le había prohibido ser feliz bajo la unión eclesiástica: “He decidido nunca casarme, sería antinatural. No puedo pertenecer a la única persona que realmente quiero, así que prefiero no ser de nadie”.
María Antonieta no era precisamente la reina más amada. El pueblo la criticaba por sus gustos extravagantes y todo se incrementó más cuando después de una rebelión por falta de harina para los panes del pueblo, la reina presuntamente respondió “dejadlos comer pastel”.
Con sus gustos extravagantes, sus fiestas multitudinarias y llenas de excesos, el pueblo francés la despreciaba cada vez más. Pese a todos los problemas que tenía como líder, el rey era el único que gozaba con un porcentaje de respeto, admiración y lealtad.
Los rumores del romance de María Antonieta recorrieron Francia desde el primer momento en el que se conocieron, la conexión tan instantánea se convirtió en la noticia más cotilleada por los corredores tanto del palacio como del pueblo. Su supuesta infidelidad se convirtió en la excusa perfecta no solamente para deshonrarla, sino para acusarla de traición. María Antonieta tenía al pueblo francés completamente en su contra.
Cuando inició la revolución en contra de los monarcas franceses, todos se alejaron temiendo por sus vidas y sus reputaciones, el único que se quedó fielmente junto a María Antonieta, fue Von Fersen. La relación entre ambos era impresionantemente cercana, los rumores de que eran amantes llenaban de ruido las paredes del castillo, pero a Luis XVI parecía no importarle.
Pese a que intentó todo lo que estuvo a su alcance para salvar a su amada, la revolución y las leyes tuvieron más peso. Cuando María Antonieta fue llevada a la guillotina (en 1793), Von Fersen perdió el sentido de la vida y entró en una depresión profunda:
Perdí todo lo que tenía en este mundo. La que amaba profundamente, por la que hubiera dado mi vida millones de veces ya no está”.
Un escándalo que sigue manchando la corona francesa
Todo lo que se sabe sobre la relación entre Von Fersen y María Antonieta, es gracias a una investigación realizada por Evelyn Farr, una escritora que publicó “Te amo locamente, las cartas secretas de María Antonieta”, un libro en el que reúne toda clase de teorías sobre la relación de ambos.
El Centro de Búsqueda y Conservación de Colecciones Francés (CRCC), también formó parte de las investigaciones, analizando detalladamente cada una de las cartas que se conservan y fueron quienes descubrieron que ambos utilizaban códigos, tinta invisible y letras diferentes a las usuales en sus cartas.
Farr en su libro explica, que las probabilidades de que al menos dos de los cuatro hijos que tuvo María Antonieta, sean de Von Fersen son altísimas. Sobre todo la de Sofía Helena, nacida en el 86 –murió 11 meses después de su nacimiento-. "Por lo que el duque de Dorchester insinuó a la duquesa de Devonshire, era bastante obvio que la princesa Sofía era hija de Fersen", reveló.
Nada se ha podido confirmar, puesto que el gobierno francés mantiene en secreto gran parte de la correspondencia de María Antonieta, con el propósito de preservar la integridad y el respeto de la monarquía francesa.
Por Mary Villarroel Sneshko | @Vivodesorpresas | Culturizando
Con información de Telegraph | Independent | ChateauVersailles