El hermoso mito de Andrógino, la búsqueda eterna del amor y la “otra mitad”
El hermoso mito de Andrógino, la búsqueda eterna del amor y la “otra mitad”
Un filósofo decidió; en medio de una conversación en el Banquete de Platón, explicar a sus discípulos de dónde nace el deseo constante de los seres humanos de buscar el amor. ¿Cuál es el origen del amor? ¿Somos mitades en búsqueda de completación? ¿Qué decía el filósofo? Aquí te contamos todo.
Un filósofo decidió; en medio de una conversación en el Banquete de Platón, explicar a sus discípulos de dónde nace el deseo constante de los seres humanos de buscar el amor. ¿Cuál es el origen del amor? ¿Somos mitades en búsqueda de completación? ¿Qué decía el filósofo? Aquí te contamos todo.
Una historia que lo explica todo: El origen del amor
“En primer lugar, tres eran los sexos de los hombres, no dos como ahora, masculino y femenino, sino que había además un tercero que era común a esos dos, del cual perdura aún el nombre, aunque él mismo haya desaparecido”. El andrógino, era una mezcla de ambos. El sol representaba al hombre, la tierra a la mujer y la luna, siempre entre ambos, era la figura del andrógino.
“En segundo lugar, la figura de cada individuo era por completo esférica. Tenía cuatro brazos y cuatro piernas. Dos rostros sobre un cuello circular, situados en direcciones opuestas. Tenían cuatro orejas y dos órganos sexuales”.
Manejaban tan bien su cuerpo, que se sentían invencibles. Caminaban velozmente y al correr hacían extrañas acrobacias propias de los saltimbanquis –acróbatas, circenses-.
Sabían que lo podían todo, la versatilidad de sus cuerpos y sus mentes le permitían lograr lo que querían. Tenían tanta confianza en su poder siendo un todo; que quisieron desafiar a los dioses. No tenían miedo, querían más poder. Este comportamiento altanero, irritó y preocupó a Zeus, quien decidió actuar.
Una estrategia para debilitar un amor indestructible
Me parece que tengo una estratagema –engaño hecho con astucia-, para no sacrificar su existencia, pero que dejen ser tan insolentes haciéndolos más débiles. Voy a cortarlos en dos y así serán más débiles y útiles para nosotros, pues aumentarán su número. Caminaran sobre dos piernas, y si todavía se mantienen altaneros e intranquilos, los cortaré nuevamente y avanzarán sobre una pierna.
Así pues, Zeus procedió a dividir por la mitad todos los seres con su rayo. Apolo, el dios de la curación y la perfección, fue el encargado de cerrar las heridas y mantenerlos con vida. Pero no todo salió como esperaban.
“Una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se reunía con ella. Se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola naturaleza, y morían de hambre y por absoluta inactividad, al no querer hacer nada los unos separados de los otros”.
Zeus no podía permitir la extinción de la especie, junto a Apolo ingenió otra solución: darle uso a los genitales.
“Trasladó sus órganos genitales a la parte delantera (porque hasta entonces los tenían por fuera, y engendraban y parían no los unos en los otros, sino en la tierra, como las cigarras)”.
Al estar visibles, comenzaron a tener concepción de los sexos: hombre y mujer.
“Si en el abrazo se encontraba hombre con mujer, engendraran y siguiera existiendo la especie, mientras que si se encontraba hombre con hombre –o mujer con mujer-, habría al menos plenitud del contacto, descansaran, se amarán, prestaran atención a sus labores y se ocuparan de las demás cosas de la vida”.
El amor no distingue sexos, es una conexión del espíritu
Hombre, mujer y andrógino, cada uno tenía su otra mitad. El mito explica que cada ser está unido a cierto tipo de naturaleza, la unión es inexplicable, es un deseo de acompañamiento imposible de descifrar.
“Es el amor de unos a otros, innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, trata de hacer un solo individuo de dos y de curar la naturaleza humana”. Se utiliza la palabra “curar” puesto que hace referencia a dejar todo como estaba en un inicio, antes de la separación hecha por Zeus y Apolo.
Los hombres que nacen de la separación de un andrógino, son aficionados a las mujeres. Las mujeres que nacen de un andrógino, son aficionadas a los hombres. Las mujeres nacidas de la separación de un ser mujer, se interesan por las mujeres. Los hombres nacidos de la separación de un ser hombre, disfrutan la compañía de los hombres.
El amor entre los mismos sexos, es amor puro por la naturaleza: “Hay quienes afirman que son unos desvergonzados, pero se equivocan, pues no hacen esto por desvergüenza, sino por audacia, porque desean abrazarse a lo que es semejante a ellos”.
¿Qué es el amor? Un deseo sobrenatural
Aristófanes explica en su mito, que el amor es una persecución de lo que el espíritu de cada ser considera connatural –que está unido intrínsecamente a su naturaleza-.
¿Qué siente un ser enamorado? Una conexión mágica
“Siente un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no están dispuestos a separarse unos de otros ni siquiera un instante. Y los que pasan la vida entera en mutua compañía son éstos, que ni siquiera sabrían decir lo que quieren obtener unos de otros.
Nadie, en efecto, podría creer que lo que pretenden es la unión de los placeres sexuales, y que es ese precisamente el motivo por el que el uno se complace en la compañía del otro con gran empeño. Al contrario, el alma de cada uno es evidente que desea otra cosa que no puede decir con palabras, sino que adivina lo que desea y lo expresa enigmáticamente”.
Si quieres leer el mito completo, haz clic aquí.
Por Mary Villarroel Sneshko | @Vivodesorpresas | Culturizando
Con información de Esupcom