La apasionada y loca historia de amor entre Zelda y Scott Fitzgerald (+ Cartas privadas)

Ambiciosos, apasionados y rebeldes, son las características que definen a los que se convirtieron en los protagonistas de los escándalos de los años 20. Su pasión desbordada y sus excéntricas personalidades los llevaron al borde de la locura. ¿Quiénes fueron los Fitzgerald? ¿Estaban locos? ¿Cómo era su relación? Aquí te contamos todo.

Mary Villarroel Sneshko
Creado por Mary Villarroel Sneshko (User Generated Content*)User Generated Content is not posted by anyone affiliated with, or on behalf of, Playbuzz.com.
Elegir 14 feb 2018
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¿Quiénes fueron Zelda y Scott Fitzgerald?

Scott (1896-1940) y Zelda (1900-1948) Fitzgerald, fueron una de las parejas más controversiales del mundo de la literatura en los años 20. Ambos escritores, se convirtieron en íconos juveniles y figuras públicas gracias a sus excéntricas personalidades. El deseo de ambos era llegar a ser famosos y trabajaron juntos hasta conseguirlo, pero la vida les dio un giro cuando las ambiciones de ambos comenzaron a eclipsar el amor que se tenían y todo se volvió un completo caos.

Ambiciosos y talentosos ¿eran compatibles en el amor? 

Se conocieron en 1918 en un club de Alabama. Fue amor a primera vista. Ambos compartían los mismos ideales y tenían las mismas metas. Scott era un hombre atractivo e interesante, Zelda era considerada una flapper –una mujer joven que rompía todos los parámetros sociales de la época por su maquillaje, vestuario y actitud-, lo que enamoró enseguida a Scott.

Si bien la atracción fue mutua desde un comienzo, Zelda no iba a ceder tan fácil, para conquistarla Scott prometió convertirla en uno de los personajes principales de su novela “A este lado del paraíso” y solo accedería a casarse con él una vez que el libro estuviera publicado.

Dicho y hecho, Scott la convirtió en su musa, tras la publicación de su libro se casaron y se convirtieron en íconos de la moda y el entretenimiento. Vivían llenos de lujos y sus fiestas eran consideradas las mejores debido a los excesos: desde innumerables cantidades de alcohol, hasta extravagantes shows eróticos.

Todo iba bien al comienzo, ambos se habían convertido en admirados personajes y sus presencias eran consideradas un honor, pero Zelda comenzó a notar que su fama era únicamente gracias a su esposo, por lo que progresivamente fue alocando –aún más- su comportamiento, para destacar por su excentricidad y no por tener el apellido de su esposo. 

De musa a víctima de plagio ¿Scott le robaba las ideas a su propia esposa?

Desde el primer momento, Zelda se convirtió en la musa principal de las historias de Scott. En el inicio, únicamente se inspiraba en ella para crear sus personajes y en ocasiones escribía pequeños relatos autobiográficos, pero todo cambió cuando comenzó a husmear en el diario personal de Zelda y a copiar fragmentos exactos en las páginas de sus libros.

Zelda comenzó a pelear por sus derechos de autor y a difamar a su esposo anunciando públicamente cuáles fragmentos habían sido escritos completamente por ella.

Una terrible necesidad de atención los llevó al borde de la locura

Ambos disfrutaban de los escándalos, en numerosas ocasiones inventaron supuestas infidelidades con el propósito de recuperar el protagonismo en los tabloides.

Scott necesitaba tiempo y concentración para escribir, mientras lo hacía Zelda se aburría y salía de fiesta –en ocasiones tenía aventuras amorosas con desconocidos-, provocaba escándalos únicamente para preocuparlo.

Desde tomarse frascos enteros de pastillas, hasta lanzarse por las escaleras en una fiesta, las cosas que hacía Zelda para obtener la atención de Scott comenzaron a ser preocupantes. Con el tiempo fue diagnosticada con esquizofrenia y la internaron en numerosos hospitales psiquiátricos.

Muchos historiadores, analizan que Zelda se comportaba así porque estaba cansada y frustrada de vivir tras la sombra de su esposo, “todo lo que quiero es ser joven por siempre, bastante irresponsable y sentir que mi vida es mía, ser feliz y morir siendo como soy, es mi propia manera de complacerme”, solía decir Zelda.

Pasaron mucho tiempo separados por motivos de trabajo, pero se escribían cartas constantemente:

Zelda Fitzgerald

Zelda Fitzgerald say

Me pregunto por qué no hemos sido nunca demasiado felices y por qué ha sucedido todo esto.

Scott Fitzgerald

Scott Fitzgerald say

Me enamoré de su coraje, su sinceridad y su flamante autoestima. Y es en estas cosas en las que creo, incluso si el mundo entero se dejara llevar por la sospecha de que ella no era todo lo que debería ser. Pero por supuesto, la verdadera razón, Isabelle, es que la amo y ese es el principio y el final de todo. Sé que eres católica, pero debo decirte que Zelda es el único Dios que me queda ahora.

Zelda Fitzgerald

Zelda Fitzgerald say

Cariño mío, siempre pienso en ti y en las noches me refugio en un tibio nido de recuerdos que me mantienen flotando en tu dulzura hasta la mañana.

Scott Fitzgerald

Scott Fitzgerald say

No te pido que me ames siempre así, como me amas hoy. Te pido que recuerdes que siempre existirá dentro de mí un fragmento de la persona que soy esta noche.

¿Cómo terminó todo?

La pasión de ambos los llevó al borde de la locura. Si bien es cierto que se amaban, la relación llegó a ser extremadamente tóxica. Él se volvió controlador por los celos y ella se volvió hipocondríaca y peligrosa.

Luego de que internaron a Zelda, se separaron y no volvieron a verse. Scottie, su hija, se encargó de que al morir los enterraran juntos y sus cuerpos descansan en Maryland.

Por Mary Villarroel Sneshko | @Vivodesorpresas | Culturizando
Con información de ElPaís | Britannica

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