¿Quién fue Trebitsch-Lincoln? El budista que ayudó a Hitler y formó parte del Parlamento británico
¿Quién fue Trebitsch-Lincoln? El budista que ayudó a Hitler y formó parte del Parlamento británico
Un hombre con múltiples personalidades, vivió una vida llena de aventuras y misterios. Tras experimentar con casi todas las religiones y sumergirse de lleno en el mundo de la política, se convirtió en un ícono de la historia. ¿Cómo un budista puede ayudar al ejército nazi? ¿Era un genio o tenía un trastorno de la personalidad? Aquí te contamos todo.
Un hombre con múltiples personalidades, vivió una vida llena de aventuras y misterios. Tras experimentar con casi todas las religiones y sumergirse de lleno en el mundo de la política, se convirtió en un ícono de la historia. ¿Cómo un budista puede ayudar al ejército nazi? ¿Era un genio o tenía un trastorno de la personalidad? Aquí te contamos todo.
¿Quién fue Ignaz Trebitsch-Lincoln? Un hombre con múltiples identidades
Ignaz Trebitsch-Lincoln (1879-1943) fue un húngaro reconocido por sus múltiples roles. Formó parte del Parlamento británico, fue espía y aliado del gobierno alemán, fue misionero protestante, sacerdote anglicano, colaborador nazi y además de todo, budista. Su vida misteriosa lo ha convertido en una de las figuras más interesantes de la historia.
¿Un trastorno de personalidad o una mente excesivamente brillante?
Definirlo con base en sus roles es casi imposible. Trebitsch describió su vida como "una aventura" en su autobiografía publicada en 1932.
Jugó tantos roles y cambió su identidad tantas veces, que resulta difícil descifrar si era un genio o tenía un trastorno de la personalidad.
Aquí tienes una lista de TODOS los roles que asumió en su vida:
Cuando era joven, se le reconocía por ser un brillante estudiante judío de yeshivá en la ciudad húngara de Paks. Su fe y devoción a la religión judía, lo llevaron a pasar horas en ferviente oración y a ayudar dos veces por semana.
Una variación de las creencias: se convirtió en un ardiente misionero presbiteriano en Montreal, quien dirigió una campaña para la conversión de judíos, mientras estudiaba para obtener su diploma de teología en la Universidad McGill.
Logró entrar al sindicato, cambiando su nombre. Desde ese momento, se llamaría Timothy Lincoln, miembro liberal de la Cámara de los Comunes inglesa.
Después de ser diplomático, se convirtió en industrialista de los campos petrolíferos de los Balcanes, fundador del Anglo-Austrian Petroleum Syndicate, Ltd., que trataba de crear un cártel que abarcara a todas las compañías existentes de oleoductos.
Luego, se interesó por romper las leyes y se transformó en escapista: vivió como un notorio recluso en una prisión de Brooklyn cuyos ingeniosos escapes lo convirtieron en un héroe de los medios estadounidenses.
Nuevamente la política toca su puerta. Se volvió el cabecilla de la Internacional Blanca, que escenificó un intento fallido de un golpe de derecha contra el gobierno alemán de Weimar, y trató de provocar intrigas simultáneas en Austria y Hungría.
Asesor oficial de uno de los miembros más importantes de la política educacional en China. ¿Cómo llegó a ser la mano derecha de Puk Kusati? Nadie lo sabe.
Después de todo, volvió a sus raíces espirituales y se convirtió en monje budista Chao-Kung, autor de libros inspiradores sobre la paz mundial.
Murió a los 64 años.
Un hombre misterioso y enigmático, ¿se podía confiar en él?
Uno de sus sueños era llegar al Parlamento inglés y lo logró. Ejerció como diplomático por un par de años hasta que estalló la Primera Guerra Mundial. Trabajando para el Parlamento inglés, sentía simpatía por los ideales del ejército alemán. Los ingleses comenzaron a acusarlo de espía enemigo.
Trebitsch negó todos los cargos y los acusó de “xenofobia”, de igual forma, fue desterrado de Inglaterra y enviado a Estados Unidos. Poco tiempo después, volvió a Inglaterra para ser encarcelado por falsificación de identidad e intentos de escape.
Pasó 3 años de su vida en la cárcel.
Judío, budista y cristiano, ¿en qué creía verdaderamente?
Uno de los factores más sorprendentes de la vida de Trebitsch, es su constante variación de creencias. Pasó por casi todas las religiones. Fue misionero protestante, sacerdote anglicano, budista, judío de nacimiento y cristiano. Sus intereses variaban junto con sus creencias.
¿Por qué cambiaba tanto? Su vida estuvo gobernada por una intensa psicosis depresiva. Sus emociones no eran estables, pasaba de la euforia repentina al pesimismo y la paranoia. Modificaba sus creencias con base en las emociones que tenía en el momento, es por esto que cambiaba constantemente.
La única corriente de pensamiento que permaneció en su vida hasta su fin, fue el budismo. Su conversión a la filosofía religiosa de Buda Gautama, continúa siendo un misterio.
Los budistas tienden a ser muy cuidadosos con sus adeptos, puesto que requieren de ciertas características específicas –un control absoluto de las emociones y habilidades para la espiritualidad, por ejemplo- y Trebitsch parecía ser todo lo contrario.
¿El budismo era su verdadera pasión?
Tras una vida intensa, llena de aventuras, Ignaz Trebitsch-Lincoln decidió pasar el resto de sus días como budista. Era un hombre muy dedicado, inteligente y ambicioso. Sus inclinaciones espirituales lo hicieron alcanzar los más altos niveles de la religión rápidamente. Pero utilizó sus influencias como monje respetado, para inmiscuirse en las redes de la política.
Un monje budista que se volvió aliado de Adolf Hitler
La vida de Ignaz Trebitsch-Lincoln estuvo llena de contradicciones. Una vez que alcanzó ser un monje budista respetado, comenzó a participar en conferencias llevando mensajes de paz. Su antigua vida como diplomático, lo ayudaba enormemente puesto que conocía el manejo interno de las compañías y sabía cómo lograr los cambios que él quería.
Cuando inició la Segunda Guerra Mundial, demandó la resignación del gobierno británico, francés y alemán. Poco tiempo después, se descubrió que colaboraba con el ejército alemán espiando las radios del ejército japonés y creando campañas de propaganda.
Esta fue la última gran aventura de Trebitsch. Un miembro del ejército alemán, no confiaba lo suficientemente en él, pidió que lo investigaran y el equipo nunca supo identificar de qué lado estaba el monje.
Días después, amaneció muerto en un hospital tras una supuesta crisis nerviosa que lo llevó al suicidio. Su muerte resulta ser un misterio, nadie sabe con exactitud lo que sucedió, pero se presume, que el ejército alemán lo envenenó puesto que no confiaba del todo en su lealtad.
Con información de: People.Ucalgary NYTimes