Conoce los hechos más famosos desmentidos con el tiempo
Conoce los hechos más famosos desmentidos con el tiempo
Muchas de estas creencias hasta el día de hoy se repiten y se comparten como ciertas, sin embargo, la ciencia, la historia e investigaciones profundas acerca de estos temas se han encargado de desmentirlos y darles una nueva explicación
Muchas de estas creencias hasta el día de hoy se repiten y se comparten como ciertas, sin embargo, la ciencia, la historia e investigaciones profundas acerca de estos temas se han encargado de desmentirlos y darles una nueva explicación
El Monte Everest es la montaña más alta del mundo:
El Monte Everest está localizado en la cordillera ubicada en el continente asiático, entre la frontera de China y Nepal. Esta gran montaña tiene la fama de ser la cumbre más alta de todo el mundo gracias a sus 8.848 metros de altura. Una altura que en todo caso se hace pequeña si la comparamos con el Mauna Kea, un volcán inactivo de la isla de Hawái que emerge en medio del Pacífico.
Si bien sobre el nivel del mar sobresalen solo 4.207 metros de altura, 6.000 metros de su altura total se encuentran bajo el agua. Por eso, la altura total medida desde la base submarina del Mauna Kea sería de 10.207 metros, casi 2.000 metros más que el Monte Everest.
Las uñas y el pelo siguen creciendo después de que una persona muere:
Los científicos a lo largo de los años han afirmado y demostrado que cuando morimos el corazón se detiene, la sangre deja de fluir y el oxígeno deja de llegar a nuestro cuerpo, lo que definitivamente detiene la producción de nuevas células y, por ende, el crecimiento de las uñas y el cabello, lo que destrona totalmente esta famosa creencia popular.
Cuando el oxígeno deja de llegar a nuestro organismo, se produce la evaporación del agua, que supone el 80% del contenido de nuestro cuerpo y nuestra piel. En otras palabras, nuestro cuerpo se deshidrata, por lo que comienza a encogerse. Así, no es que las uñas crezcan, sino que la piel que las rodea se retrae, a medida que se deshidrata, haciéndolas parecer más largas.
La gran Muralla China es la única construcción humana visible desde el espacio:
Siempre se ha creído que La Muralla China es la única construcción humana visible desde el espacio.
Esta gran construcción fue hecha entre el siglo V a.C. y el siglo XVI, por cerca de 800 mil obreros, tiene más de 21 mil kilómetros de largo, y atraviesa al menos 15 provincias, regiones autónomas y municipalidades de China.
En el libro de Richard Halliburton, “Second Book of Marvels”, publicado en 1938, se afirmaba que era la única construcción humana visible desde La Luna, creencia que a partir de entonces comenzó a ser repetida por todo el mundo, hasta convertirse en una suerte de leyenda urbana. Sin embargo, la Gran Muralla en realidad no puede ser vista desde La Luna.
“No hay construcción humana visible desde el espacio, y no he conocido a nadie que me haya dicho que ha visto la Muralla China desde la órbita terrestre.''
Neil Armostrong, primer hombre en pisar La Luna.
En mayo de 2004, la NASA anunció oficialmente que la Gran Muralla China no era visible desde el espacio sin ayuda de telescopios o aparatos especiales.
El ejercicio es la mejor forma de perder peso:
Aunque comúnmente se crea que el ejercicio es la mejor forma de perder peso y estar en forma, los expertos en este tema aseguran que la manera más efectiva de bajar de peso es simplemente consumir solo las calorías que el cuerpo realmente requiere.
Por ello, evitar cualquier tipo de exceso alimenticio es la base y la forma predilecta para perder peso, aunque el ejercicio físico también puede ayudar bastante en este objetivo. Por lo demás, todas las dietas se basan en el mismo principio: ingerir menos calorías de las que una persona gasta.
Es peligroso despertar a los sonámbulos:
Realmente, despertar a un sonámbulo no le provocará un ataque al corazón ni lo pondrá en un estado de coma, aunque lo más aconsejable es tratar de no despertarlo y llevarlo cuidadosamente a la cama para que no se lastime. También es un mito que los sonámbulos caminen con los brazos extendidos como un zombie, pero sí es cierto que tienen por lo general la mirada perdida y que es muy difícil llamar su atención.
En caso de despertar a un sonámbulo, probablemente se le cause solo una gran molestia, la misma molestia que nosotros experimentaríamos si alguien nos despertara violentamente mientras estamos sumidos en un sueño profundo.
Los objetos pesados caen más rápido que los livianos:
Este gran mito se ha popularizado porque se cree que un objeto más pesado caerá más rápido que uno liviano. Sin embargo, la velocidad de caída de un objeto no depende de su peso, sino que de la fuerza de gravedad que lo atrae hacia el suelo.
Una caja fuerte y una moneda son atraídas de igual forma por la gravedad. Este mito, si bien fue desmentido por Galileo Galilei en el siglo XVI y luego por otros científicos en los siglos posteriores, continúa estando presente en el imaginario colectivo.
Los seres humanos sólo usamos el 10% de nuestro cerebro:
Esta creencia quizás se popularizó debido a que nueve de cada diez células en el cerebro son lo que se denomina neuroglias o células gliales (células de apoyo y que proveen asistencia física y nutricional al otro 10% de las células), en pocas palabras las neuronas que son las encargadas de “pensar”.
Los neurólogos afirman que, en realidad, el ser humano utiliza prácticamente el 100% del cerebro para realizar cualquier actividad. Desde el punto de vista evolutivo, el mito de que solo usamos el 10 por ciento de nuestro cerebro no tendría cabida, ya que si de verdad no se utilizara el restante 90% del cerebro, sencillamente no tendría sentido la gran evolución que hemos dado a lo largo de nuestra historia.
Los neurólogos y neurocientíficos Barry Beyerstein y John Henley detallan que la mayor parte del día utilizamos casi el 100% de nuestro cerebro, incluso mientras dormimos.
Un año en edad de perro equivale a 7 años en edad humana:
Hasta hoy, se ha pensado por muchos que calcular la edad de un perro era una cosa relativamente simple: solo había que multiplicar cada año por 7 y esto daría el equivalente en años humanos.
Sin embargo, en realidad no existe una forma exacta de comparar la edad humana con la de los perros, pues el ritmo de crecimiento y maduración de los perros es diferente e incluso varía entre sus razas. Hay perros que maduran más lento y envejecen más rápido y otros en los que el proceso es al revés.
Lo único cierto es que el primer año de vida de un cacharro equivaldría a los primeros 15 años de un ser humano, porque en ese período de tiempo el animal desarrolla todo lo que las personas desarrollan en la infancia y la adolescencia.
Fuente: www.guioteca.com