El museo del pene en Islandia, ¿quisieras conocerlo?
El museo del pene en Islandia, ¿quisieras conocerlo?
A lo largo de todo el mundo existen museos increíbles de elementos que jamás imaginaste podrían estar dentro de estas exposiciones. El museo del pene (o Faloteca de Islandia) es uno de estos. Incluso, existe hasta un ejemplar humano
A lo largo de todo el mundo existen museos increíbles de elementos que jamás imaginaste podrían estar dentro de estas exposiciones. El museo del pene (o Faloteca de Islandia) es uno de estos. Incluso, existe hasta un ejemplar humano
Este curioso museo hoy en día cuenta con más de 300 penes que provienen de distintas especies, entre las cuales se destacan los mamíferos, además de incluir increíblemente una muestra de un humano.
Este conjunto contiene la referencia mundial más grande y amplia y creativa hacia el culto del aparato reproductor masculino. En el año 2016, su fundador Sigurdur Hjartarson declaró que para ese año habrían visitado el recinto al menos unas 50.000 personas.
Un hobby que se convirtió en una gran exhibición
El responsable y fundador de la Faloteca de Islandia dice que siempre recordará de forma clara y certera el primer pene de su gran colección, el pertenecía a un toro.
Tres décadas después, en 1974, otro pene de toro se cruzó en su camino: “Se convirtió en el primer espécimen de mi colección”.
Pene de jirafa
''Hace muchos años, cuando se sacrificaba a los toros, nunca se tiraban los penes. Se dejaban secar para utilizarlos como látigos con otros animales. Yo mismo los usé poco después de la II Guerra Mundial cuando acudía al campo”.
Singudur Hjartason, fundador de la Faloteca de Islandia
Luego de mucho tiempo alejado de estos animales -y de sus penes-, para el año 1974, otro de estos miembros viriles se cruzó en su camino y esta vez para quedarse junto a él de por vida, ya que como declaró él, se convirtió en el primer espécimen de su colección.
Este inusual gusto y el inicio de la colección de Hjartarson obviamente no paso desapercibida para los amigos y compañeros del mismo.
''Para cuando comencé esta colección yo era director de un instituto. Me pasaba que algunos de los profesores de ese lugar también trabajaban en una estación ballenera durante el verano y para hacerme bromas me traían penes de ballena, sin embargo yo nunca lo tomé como un insulto ni me molestaba, más bien aproveché esto para ampliar mucho más mi colección.'' explicó el coleccionista de penes en algunas declaraciones.
Penes, penes y más penes...
Luego de algunos años, en el 1997 ya tenía en su propiedad 62 penes de diversas especies, una cifra bastante amplia y considerable como para poner en marcha su proyecto, el cual era abrir un museo.
Esta idea se materializó bastante rápido y entonces decidió abrir las puertas de la Faloteca de Islandia en Reykjavik, la capital de la isla.
Aunque las exposiciones comenzaron con estas 62 muestras para el día de hoy el museo cuenta en su colección con más de 300 penes, los cuales provienen de distintos países.
Recreación de los penes de los jugadores pertenecientes a la selección islandesa de balonmano, la cual ganó la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Pekin de 2008.
La versatilidad en las exhibiciones es gigantesca, los miembros van desde los más pequeños hasta los más grandes, del más común hasta el más exótico. Un gran ejemplo de esto es el pene que, según el fundador es el que más llama la atención de los visitantes. Se trata nada más y nada menos que el pene de cachalote.
Esto, pensando un poco no es para nada de extrañar si tenemos en cuenta que el miembro podría asemejarse perfectamente con una persona, ya que mide 1,70 centímetros de alto y pesa al menos unos 70 kilos.
Por otro lado, cambiando radicalmente las dimensiones y ubicándonos en el polo opuesto en torno al cachalote, se puede encontrar también un miembro de hámster, el cual mide tan solo dos milímetros de longuitud.
Entre los atractivos más vistos del museo se encuentra un auténtico pene humano, que recibieron en el año 2011 y fue donado por un amigo del museo.
Como si todo esto fuera poco, existe un estadounidense, un inglés y un alemán que han confirmado y prometido que donarán sus penes al museo en los próximos años.
Increíblemente, el museo cuenta con un aparato reproductor de hace 20.000 años de antigüedad, el cual en algún momento formó parte de un oso de las cavernas.
Muchos de los modelos en exhibición son almacenados en formol, mientras que muchos otros se encuentran disecados. Además, el museo muestra tres centenares de piezas artísticas de diferentes materiales e incluso réplicas de penes reales.
¿Qué te parece este peculiar museo? ¿te gustaría conocer los más de 300 tipos de falos existentes en el lugar?
Fuente: Verne.com