Horrores Humanos: Japón es atemorizado por una epidemia de asesinos seriales
Horrores Humanos: Japón es atemorizado por una epidemia de asesinos seriales
Japón se conoce entre otras cosas por ser un país tranquilo en cuanto a seguridad y que a diferencia de localidades como Estados Unidos o Reino Unido donde ocurren frecuentemente crímenes realizados por asesinos en serie, este no es -o era- un gran problema para esta conocida potencia asiática. Sin embargo, recientemente se ha suscitado una terrorífica ola de asesinos seriales dignos de una película de terror de Hollywood.
Japón se conoce entre otras cosas por ser un país tranquilo en cuanto a seguridad y que a diferencia de localidades como Estados Unidos o Reino Unido donde ocurren frecuentemente crímenes realizados por asesinos en serie, este no es -o era- un gran problema para esta conocida potencia asiática. Sin embargo, recientemente se ha suscitado una terrorífica ola de asesinos seriales dignos de una película de terror de Hollywood.
A pesar de que este país sea considerado como uno de los más seguros del mundo, en paralelo de tener una de las tasas de criminalidad más bajas, en los últimos 10 años se han cometido al menos 67 casos de asesinatos indiscriminados que involucran en la mayoría a sanguinarios asesinos seriales, la mayoría de estos cometidos con armas blancas, por hombres de menos de 40 años, cuyas víctimas fueron sobre todo mujeres y niños.
La 'viuda negra'
A pesar de estas especificaciones, uno de los casos más recientes rompe todos estos esquemas y nos muestra a una indolente mujer de 70 años de edad, quien fue apodada como la 'viuda negra' gracias a los asesinatos que cometió, a 3 de sus exparejas, además de intentar hacerlo con una cuarta.
Chisako Kakehi era el nombre de la mujer que a principios de este mes fue condenada a la horca y ejecutada, debido a los tres asesinatos que cometió a sus esposos, usando cianuro para cometer los crímenes. La viuda negra cosechó su primera víctima en el año 2007, y sin embargo no fue detenida hasta varios años después. La razón de cometer estos crueles asesinatos era el dinero, puesto que Chisako convencía y persuadía a sus parejas para que la integraran en sus seguros de vida, planes que la llevaron a ser poseedora de por lo menos 7 millones de dólares.
Al momento de su juicio, la anciana de 70 años declaró haber matado a uno de sus esposos en el año 2013, un mes después de haber realizado el casamiento, argumentando lo siguiente:
"Lo maté porque daba a otras mujeres decenas de miles de yenes mientras que a mí no me daba un centavo". Como si fuera poco, escalofriantemente antes de esta declaración admitió "estar preparada" para ser ahorcada, añadiendo que "incluso si mañana fuera ejecutada, moriría sonriendo".
Takahiro Shiraishi: la casa de los horrores
En el mismo orden de ideas, el pasado 31 de octubre la policía de este país arrestó a un ciudadano tokiota de 27 años por haber asesinado y descuartizado al menos a 9 jóvenes, entre agosto y octubre de este mismo año.
Takahiro Shiraishi es el nombre del joven que ahora está bajo las manos de la justicia. Dentro de la vivienda de este, ubicada en el distrito de Zama, en donde fue arrestado, las fuerzas policiales encontraron un total de nueve cadáveres, descuartizados y desmembrados, los cuales estaban seleccionados y almacenados dentro de refrigeradores y cajas de herramientas.
"Primero me tomaba tres días desmembrar un cuerpo, pero a partir de la segunda persona ya era capaz de hacerlo en un mismo día", confesó el nipón tras ser detenido.
El modus operandi de este asesino consistía en contactar a sus víctimas, las cuales eran jovenes con tendencias suicidas que expresaban sus pensamientos vía redes sociales y posteriormente las invitaba a su residencia en Zama, en donde las mataba y después descuartizaba sus cuerpos.
En total, los oficiales descubrieron terroríficamente dos cabezas cortadas y 240 huesos pertenecientes a las partes desmembradas de los cuerpos.
Además, también se encontró dentro del apartamento -el cual fue bautizado como ''la casa de los horrores'' luego de este suceso- una sierra, que se cree fue el artefacto que Takahiro utilizó para cortar los cuerpos.
Asesinato tras asesinato
Añadiéndose a la lista de estos horrorosos actos criminales, el pasado 8 de junio, un joven de 25 años mató a siete personas y acuchilló a muchas más en el barrio electrónico de Tokio, argumentando que había cometido tales hechos porque simplemente estaba ''cansado de la vida''.
A principios de octubre, la policía japonesa arrestó a un hombre después de que este deliberadamente asesinara a su esposa y sus cinco hijos; para posteriormente prender en fuego su casa.
En julio del año pasado, un exempleado de un centro de atención para ancianos cometió lo que se cree es el asesinato masivo más terrible y mortífero en Japón, desde la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, asesinando a 19 personas e hiriendo gravemente a más de 20 en un ataque realizado con un arma blanca.
El monstruo de Saitama
El 17 de junio de 2008, en Japón se realiza el ahorcamiento de un hombre que a finales de los 80 violó, descuartizó y asesinó a cuatro niñas, en un caso que conmocionó totalmente y de forma radical este país.
Considerado uno de los asesinos en serie más crueles de Japón, Tsutomu Miyazaki, de 45 años, apodado también como 'el asesino otaku', fue colgado en la horca sin previo aviso, 18 años después de iniciarse su proceso judicial.
Miyazaki parecía y se desenvolvía socialmente como un hombre tranquilo, quien trabajaba con su padre en un taller de impresión gráfica en Saitama, cerca de Tokio. Sin embargo entre 1988 y 1989 secuestró violó y mató a cuatro niñas de entre 4 y 7 años.
En algunos casos comió carne de las niñas, bebió su sangre, grabó y durmió al lado de sus cadáveres. Su crueldad y bestialidad era tal, que incluso en una ocasión envió los huesos de una de sus víctimas a la familia de esta.
Miyazaki nunca se arrepintió de sus crímenes. Por el contrario, se consideraba inocente y adjudicaba la autoría de los hechos al "hombre rata", un personaje de cómic.
Fuente: www.news.com.au / actualidad.rt.com / elpais.com